Los nuevos destinos para la carne y el vino argentino

La Argentina es mundialmente reconocida por sus carnes y sus vinos. Si bien en 2020 las exportaciones de ambos productos crecieron en volumen, los precios sufrieron una caída. Las perspectivas de los exportadores en cuanto a China y los nuevos mercados que pueden abrirse para los productos emblema.

Nuevas oportunidades para la carne

Según las previsiones de los exportadores, China –considerado el principal destino para las carnes argentinas– no seguiría incrementando las compras. En este punto, el desafío para 2021 consistirá en conquistar segmentos de mayor poder adquisitivo.

Ante la pérdida de rentabilidad, productividad y competitividad en el mercado internacional, el sector apunta al crecimiento a través de la diferenciación por trazabilidad, sanidad y mejores condiciones de medio ambiente.

Respecto a los nuevos destinos por conquistar, aparecen Japón (habilitó el ingreso de carnes patagónicas), Singapur y algunos países árabes.

En cuanto a las perspectivas, la cadena confía en que no habrá problemas en la oferta ganadera para abastecer el mercado interno y externo. En esta línea, las exportaciones girarán entre las 700.000 y 900.000 toneladas este año, con un consumo interno de alrededor de 50 kilogramos.

Vinos: entre reintegros y embotellados

La Argentina fue uno de los cuatro países que aumentaron las exportaciones de vinos durante 2020. El Gobierno decidió una duplicación de reintegros a la exportación de vinos que pasaron de 3,5 a casi 7% y la industria terminó el año con 2,5 puntos más que en 2019.

De acuerdo a los datos informados por Bodegas Argentinas –cámara empresaria que reúne a las principales bodegas del país–, el 90% del valor de las exportaciones proviene del embotellado, que en promedio aporta unos US$700 millones cada año. En los últimos años, este producto argentino generó una imagen de calidad y de diversidad apreciada, con  buenas perspectivas. En el largo plazo, se espera un ingreso por US$1000 millones.

Para este año, los economistas prevén menos exportaciones debido a la baja del volumen acumulado y a la suba de los precios. No obstante, desde la cadena confían en el gran potencial argentino dado su bajo nivel de internacionalización entre los grandes países vitivinícolas.

Si bien el país no avanzó en acuerdos comerciales, acciones de otros lo beneficiaron indirectamente: Estados Unidos elevó los aranceles a un 25% a los vinos franceses, españoles y alemanes, mientras que China se los impuso a los vinos australianos. Sin embargo, el desafío para el sector nacional reside en lograr ingresar a países como Corea, China, México y Japón.