Durante el 2020 hubo un importante crecimiento en la venta de vinos. Tanto las exportaciones como el consumo interno fueron beneficiados por el cambio de hábitos que produjo la pandemia, el consumo del vino en la mesa cotidiana hizo que resurgiera un envase que durante la década pasada fuera el envase estrella: “la damajuana”.
Según informó el Observatorio Vitivinícola Argentino en base a datos del INV Instituto Nacional de Vitivinicultura , la venta podría haber sido mayor, si no fuera que los envases se agotaron y las bodegas perdieron la posibilidad de vender más.
En este momento, la venta de vino en damajuana ronda en un 10% pero va en aumento, lo que más llama la atención es que el crecimiento no es solamente en el interior del país o en los pueblos chicos, el consumo del vino en dicho envase ha repuntado en Buenos Aires, incluso, en CABA, importantes comercios gastronómicos han optado por el vino en este envase. La época dorada del vino en damajuana fue la década del 90 cuando un 60% del vino que se comercializaba estaba embazado de esta manera.El mercado del vino en damajuana está liderado por Bodegas y Viñedos Crotta, su presidente Carlos Crotta quien no solo vende vino en damajuana de manera local, sino, que también exporta, comentó: “Fuimos los primeros en vender damajuanas de 5 y 10 litros, porque antes la gente del campo iba muy poco a la ciudad y prefería envases muy grandes. Se vende más en el interior del país. Parecía que se había perdido la costumbre en las grandes urbes, pero en Palermo Soho nos compran mucho para venderlos en los pingüinos y los restaurantes también nos compran grandes cantidades para la cocina. Les vendemos también damajuanas en cantidades a las cocinas del Sheraton, Hyatt, a todos los cinco estrellas”
Como dijimos anteriormente, Crotta lidera el mercado con una venta de 150.000 damajuanas de vino por mes y además exporta a Paraguay y Estados Unidos.
“En la pandemia subió el consumo porque la gente estuvo más en su casa y pasó de tomar vino sólo a la noche a tomar en los mediodías. Las ventas aumentaron tanto que en junio, julio y agosto nos quedamos sin envases porque Cattorini, que es el único fabricante, no podía vendernos”, explicó Carlos Crotta.
La falta de envases ha complicado a la industria vitivinícola en general sin poder dar respuesta por el abrupto crecimiento que tuvo la demanda.
Para que tengamos en cuenta un vino en damajuana arranca en los $600 y puede llegar a los $1.200 dependiendo de la calidad, cuando un vino en botella de malbec de la Íride cuesta $365, la damajuana de 5 litros del mismo vino cuesta $964. Ahí se ve el ahorro.
El Agrario