Gauchadas en pandemia: ingeniaron competencias por internet con fines solidarios

En el ambiente criollo la pandemia cortó de cuajo todas las actividades tradicionalistas pero de ningún modo le puso freno al espíritu fraternal de nuestros gauchos. Muy por el contrario, la necesidad de seguir disfrutando de un buen pial o una vistosa jineteada derivó en certámenes online que se coronaron con acciones solidarias, como el aporte de fondos al sistema de salud para colaborar en la lucha contra el coronavirus o la ayuda económica a la familia de un niño neuquino que debe afrontar un costoso tratamiento oncológico en Suiza.

La pasión por los caballos primero llevó a Javier Lencina, de Las Armas, partido bonaerense de Maipú, a crear un grupo de Whatsapp denominado "Tropilleros Argentinos", integrado por decenas de gauchos que, como él, tienen su tropilla entablada.

Al poco tiempo sobrevino la pandemia y con la imposibilidad de realizar encuentros tradicionalistas, surgió la idea de desarrollar actividades criollas por internet con un fin solidario. Así realizaron competencias de doma o mansedumbre y el dinero recaudado se destinó a hospitales o centros de salud del lugar de residencia de los ganadores.

Formato virtual

De paso por Nuevo Torino, donde participó con un grupo de bonaerenses de la yerra tradicional que cada año organiza Osvaldo Raimondi en el Establecimiento La Lechuza, Lecina contó sobre la experiencia de sostener la cultura criolla gracias a la web y el éxito que tuvo la cruzada solidaria.

Contó que actualmente son 162 integrantes en el grupo de Whatsapp y que también tienen su cuenta en Facebook, canal a través del cual fue posible realizar las competencias.

"El formato virtual se organizó mediante la filmación de videos al principio de la pandemia, cuando no podíamos juntarnos en festivales; y no queríamos entorpecer la lucha contra el virus, queríamos ayudar al sistema de salud". Así idearon primero una competencia de amanse. Según relató el tropillero, la mecánica fue la siguiente: "para la galopeada los participantes primero debían constatar, mediante una filmación, que el potro era chúcaro, que nunca había sido montado; nosotros que estamos continuamente con los caballos y domando nos damos cuenta si un caballo es potro o tiene unos galopes".

Para ello "se tenían que filmar y yo ese día le daba una frase en el grupo, que la primera fue Tropilleros Argentinos Juntos Por Ayudar; entonces vos decías eso en el video y probabas que el caballo era potro". Luego, en 60 días los participantes tenían que ir domándolo y cumplir un reglamento con "tips" de manejo del animal . "Por ejemplo dar vuelta formando un ocho; que el caballo sepa cambiar de mano; que sepa frenar, recular; que esté educado, que no esté maltratado, que es lo que también queremos cuidar del tradicionalismo a raíz de las acusaciones de que el gaucho es malo con el caballo", detalló.

Cultura solidaria

El resultado "fue una calidad de doma bárbara y llegaron muchos videos". En un primer momento, relató Lencina, se galopearon 62 potros y se juntó dinero a razón de $500 pesos por participante, más otras donaciones, y se llegó a "una suma linda, cerca de $100.000".

Los ganadores se determinaron por sumatoria de puntos con la votación de todos los integrantes del grupo y cada vencedor donó su premio a un centro de salud en su lugar de origen. Uno fue para el Hospital de Niños en Tandil y otro a Benito Juárez.

Los beneficiarios "se asombraban; cuando los llamé para decirle que tenía la plata donada por el ganador no me creían", contó el organizador. Y como tampoco podía ir por las restricciones de la pandemia tuvieron que hacer una video llamada y mostrar el grupo de Facebook de Tropilleros Argentinos para lograr que les crean y aceptar la donación.

También se hizo un certamen de tiro de lazo de a caballo, que surgió al conocer la historia de un pequeño de 2 años de Neuquén con un tumor en la vista (retinoblastoma bilateral) que precisaba costearse el tratamiento en Suiza. "Comenté en el grupo si me acompañarían a juntar dinero para él; obviamente todos dijeron que sí", relató Lencina.

Entonces decidió hacer el campeonato de lazo y una rifa. "Uno donó un potro, otro una pilcha para el caballo y así se armaron 10/12 premios y dos rifas de $1.000 el número, $100.000 por rifa; y hace unos quince días le depositamos $273.000 a este chico; el padre lloraba de la emoción".

Así, Lencina y los "Tropilleros Argentinos", dignos representantes de la nobleza del gaucho, lograron sortear la pandemia y cumplir dos objetivos igual de trascendentes: sostener la cultura criolla, cimiento cultural de la Patria; y hacerle honor a su condición a fuerza de "gauchadas" que valen más que cualquier premio. "Es la cultura de nuestro país que viene de hace siglos y hay que tratar de que siga viva", concluyó el tropillero.

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