El agua es el recurso más importante para la producción de maíz en la Argentina. En el actual contexto de escasez hídrica, la implementación de prácticas de manejo del cereal cobra especial relevancia para evitar las pérdidas de rendimiento.
La presencia de estrés por falta de agua puede generar grandes mermas de rendimiento en la cosecha de maíz. En este sentido, y con el objetivo de que las deficiencias hídricas impacten lo menos posible durante el período crítico del cultivo, se apunta cada vez más a la aplicación de buenas prácticas de manejo.
- Modificación de la fecha de siembra.
- Selección del híbrido a sembrar. Existe genética con menor susceptibilidad a resignar rendimiento ante la incidencia de condiciones hídricas restrictivas.
- Manejo de la densidad de siembra. La misma debe ajustarse con precisión tanto al ambiente como al híbrido utilizado.
- Pronóstico de tiempo.
- Conocimiento de la zona.
- Planificación de las rotaciones.
- Cuantificación del agua disponible en los diferentes estratos del suelo previo a la siembra.
- Estimación del presupuesto de agua con el que contará el cultivo y de la demanda evapotranspirativa que ejercerá el ambiente.