En una pequeña aldea ubicada en el distrito de Kang Meas de la provincia de KampongCham, MovPov(48) se diferencia del resto de los agricultores de Camboya, ya que mientras casi todos los demás cultivan arroz, él se dedica a la producción de hortalizas. Si bien asegura que la práctica le permite obtener ganancias hasta siete veces superiores, afirma que las labores que debe hacer día a día son bastante más duras.
En su granja localizada a pocos metros del río Mekong, el productor desarrolla berenjenas, pepinos, chiles, sandías, calabazas y tomates. Su esposa, YimChenda, comercializa los cultivos en una reconocida tienda de verduras, donde también se venden productos importados de China y Vietnam.
Para que sus plantas crezcan debidamente, Pov trata de no abusar del uso de pesticidas y fertilizantes químicos, en miras a obtener verduras más sanas y de mayor calidad. Con agregados limitados, sus berenjenas y tomates tardan casi tres meses en crecer y pueden mantenerse al aire libre durante una semana, a diferencia del resto de las opciones del mercado que apenas se conservan por unos días. Lo que sí, son un poco más pequeños.
Aunque en un principio buena parte del público se resistió a sus encantos, Pov y su mujer actualmente cuentan con una clientela fiel, que confía en su huerta orgánica a la hora de satisfacer sus principales necesidades gastronómicas.