Tras más de 124 años, Bodega Lagarde sigue haciendo historia

Con más de 124 años de historia, Bodega Lagarde fue uno de los primeros emprendimientos vitivinícolas de la provincia de Mendoza. Corría el año 1969, cuando el padre de Sofía y Lucila Pescarmona, Enrique, adquirió el predio para iniciar el proyecto familiar que hoy lideran sus hijas. Luego de tomar el mando del negocio, las hermanas se plantearon un objetivo clave: acercar el vino al público joven.

Con el paso del tiempo, el dúo logró posicionar a Bodega Lagarde como un coqueto establecimiento boutique, que privilegia las etiquetas de alta gama en detrimento de los volúmenes masivos. Sus vinos se ubican entre los mejores de la Argentina y se producen a partir de prácticas sustentables que respetan la tierra y el medioambiente.

Su aporte fue desarrollar vinos de alta calidad y edición limitada, buscando la excelencia en la cosecha y la modernización de la bodega, sin descuidar su trayectoria. Esto implica el empleo de un modelo más sostenible que represente los ideales de la familia.

En 2001, Sofía Pescarmona empezó a dedicarse de lleno al negocio, en miras a que las botellas tuvieran una mirada más gastronómica. Si bien asegura que en determinado momento ella y su hermana quisieron hacer vinos destinados a determinados mercados, entendieron que el ADN de Lagarde no podía adecuarse a cada país o región. En este sentido, detalla que tienen que ser “elegantes, fáciles de maridar y con potencial de guarda”, además de “reflejar la tierra de donde vienen”.

Con muy poca intervención, uvas propias y levaduras nativas, de a poco, la marca fue encontrando nuevos mercados y clientes. Lucila Pescarmona afirma que hoy en día, el consumidor se interesa por el origen de lo que compra e intenta adquirir productos que hayan sido creados de manera sustentable y en armonía con el medioambiente. Por este motivo, desde la bodega trabajan a fin de generar su propia línea de vinos orgánicos.

Asimismo, experimentan con nuevos cortes y varietales que puedan conquistar al público que todavía no los conoce. Desde sus inicios, Lagarde llevó adelante la producción de sus vinos siguiendo un modelo de gestión que promueve el respeto hacia la comunidad y el entorno. En 2018 recibió la certificación B de “empresa de triple impacto”.

Las hermanas subrayan que cada una tiene su estilo a la hora de dirigir el negocio, aunque nunca se dejan llevar por sus respectivos puntos de vista, ya que buscan la sinergia para tomar las mejores decisiones. “Siempre valoramos la opinión de la otra y nuestro equipo”, señala Lucila Pescarmona, la menor, quien vive en Estados Unidos y se encarga del área de Marketing para Argentina y el mundo de la compañía. 

Para extrañarse menos, ya que Sofía Pescarmona vive en Mendoza, crearon “Proyecto Hermanas”, una línea que representa la búsqueda del estilo propio y actualmente cuenta con cuatro etiquetas. Al momento de confeccionarla, utilizaron varietales menos tradicionales como el White Blend y el Pinoit Noir, con el propósito de crear vinos que le den placer a ambas.

Consejos para emprender el camino del éxito

- El fracaso solo es un aprendizaje para lo que viene después.

- Es importante rodearse de un equipo que acompañe el proyecto.

- Diseñar un modelo que genere arraigo entre los empleados, también es clave.

- Observar el comportamiento de la comunidad, los clientes y los proveedores, sin perder de vista el cuidado de la tierra y el ecosistema, ayuda a lograr más rápido los objetivos.

- Para emprender hay que animarse y estar un poco locos. La acción implica riesgos y mucho esfuerzo.

Bodega Lagarde en cifras

- Destinos de exportación: 40 países

- Líneas comercializadas en el país: 6

- Litros de vino producidos al año: 1.000.000-2.000.000

- Precio de las botellas: de $700 a $17.000

- Superficie de cultivo: 324,4 ha

- Ventas al exterior: 50%