Bajo la atenta mirada del ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, y el secretario de Política Tributaria, Roberto Arias, el proyecto que retrotrae la alícuota máxima al nivel de 2015 (35%) fue aprobado con 36 votos a favor y 26 en contra.
Las nuevas alícuotas se aplicarán en tres escalas: 25% para aquellas empresas con ganancias netas de $5 millones; 30% para las que ganan entre cinco y $50 millones; y 35% para las que tienen ingresos mayores a $50 millones.
Previo al dictamen favorable, Arias explicó que el objetivo es recuperar la recaudación del impuesto de manera progresiva. En este sentido, detalló que la misma fue del 3,1% del PBI en 2015, mientras que en 2019 no superó el 2,7%. En aquel momento, antes de que asumiera Mauricio Macri, la alícuota máxima era del 35%.
Por el lado de la oposición, el senador radical Martín Lousteau advirtió que la nueva ley impacta sobre aproximadamente el 75% de los generadores de empleo del país, lo que influirá en la tasa de inversión, en los precios y en la capacidad de crear nuevos puestos de trabajo.
En la misma línea, el senador Roberto Basualdo, de Juntos por el Cambio, consideró que la iniciativa espanta a los inversores y fomenta el empleo en negro. “Las pymes no van a querer pasarse de escala”, aseguró.
A su turno, el senador por el Frente de Todos y extitular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, defendió la medida y pidió avanzar en otras cuestiones para recaudar más impuestos que permitan afrontar las secuelas de la pandemia.
Sobre el final, la vicepresidenta del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, argumentó que la ley dispone “una mayor carga tributaria a una minoría para promover un alivio en la mayoría de las empresas de la Argentina”.