Interior y conurbano: el nuevo destino de los supermercados chinos

La pandemia golpea fuerte en el sector supermercadista. Según un informe de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), tras la llegada del coronavirus al país en marzo del año pasado, ya cerraron 200 autoservicios y negocios de origen asiático en todo el territorio nacional, dejando sin trabajo a más de 2.000 personas. Ante el panorama adverso, muchos comerciantes eligen migrar hacia las provincias, donde sostienen “aún existen oportunidades”.

El año pasado, la rentabilidad del sector disminuyó en un 50% y sigue sin recuperarse. Solo en abril de 2021, las ventas cayeron en un 18,6% respecto al mismo mes de 2020, exhibiendo desplomes en todas las categorías. De acuerdo a fuentes oficiales, la restricción horaria de atender hasta las 19 complicó todavía más el panorama.

Si bien muchos comerciantes optaron por cerrar sus persianas de manera definitiva, otros siguen peleándola y deciden abandonar la Ciudad de Buenos Aires para probar suerte en el conurbano y el interior, donde prevén que tendrán un futuro mejor.

De los 13.000 comercios adheridos a la cámara, cerca de 4.000 se ubican fuera de Buenos Aires, cuando hasta hace dos años el número no llegaba ni a la mitad. Yolanda Durán, titular de Cedeaspa, comenta que la intención es ampliar el alcance del rubro y lograr mayor penetración en provincias como Mendoza y Santiago del Estero, además de la Patagonia.

Previo a la llegada del COVID-19, la mayoría de los comercios se encontraba en Capital, hoy descrita por la representante de la entidad como una “zona desértica”, luego del cierre de más de 30 establecimientos. “Sin circulación, especialmente por la ausencia de oficinas, es muy difícil que puedan mantenerse los que siguen en pie”, lamenta.

Otro factor de gran incidencia en este contexto de migraciones es la posibilidad de asociarse con proveedores locales y negociar mejores condiciones de desarrollo. Al respecto, Durán sugiere que en Buenos Aires es complicado llegar a buenos acuerdos y poner a disposición una oferta de productos completa a precios económicos.

En este sentido, el potencial de ser más competitivo en este terreno y la capacidad de negociar los contratos de alquileres a un valor inferior también juega a favor. Vale remarcar que en Córdoba, por ejemplo, un local comercial puede salir hasta un 50% menos que en Capital.

“El 2020 fue un año difícil para el sector. En marzo se vendió bien por el stockeo inicial del confinamiento. Luego llegó el párate, creció el ausentismo del personal y a muchos se les complicó sostener sus estructuras. El mayor problema fue el faltante de mercadería y la poca entrega de stock por parte de los proveedores”, expresa Durán.

A esto hay que sumarle que los supermercados chinos están excluidos de los programas Precios Cuidados y Precios Máximos. No obstante, desde la Secretaría de Comercio Interior manifestaron su intención de sumarlos en el próximo acuerdo que incluirá una canasta básica de 120 productos.