El presidente de ASACIM (Asociación Argentina de Ciencia de las Malezas) Julio Alejandro Scursoni, presentó un panorama actualizado sobre la situación de las malezas en los lotes, de cara al III Congreso Argentino de Malezas.
El escenario se vuelve cada vez más complejo. A pesar del gran desarrollo tecnológico realizado para reducir la incidencia de las mismas en los cultivos; no sólo han mantenido su persistencia, sino que, además:
Por otro lado, cada vez son mayores los reclamos por parte de la sociedad en relación al uso de agroquímicos sobre el ambiente y la salud.
«Las problemáticas que surgen, no es a partir de las malezas, sino de un manejo inadecuado de las mismas. Que además incrementan los costos ya que en los casos de malezas resistentes, la práctica es el uso de un herbicida, que deja de ser útil por tratarse de variedades resistentes, se recurre entonces a otro producto incurriendo así en más gastos«, analizó el presidente de ASACIM.
Lo frecuente en los sistemas productivos es tomar indicadores como el rendimiento para realizar evaluaciones. El problema es que estos aspectos no se reflejan, por eso es bueno tener en cuenta otros indicadores que permitan realizar análisis a mediano y largo plazo. De esta manera se verán reflejada las consecuencias del manejo de malezas.
En referencia a la evolución de biotipos resistentes, Scursoni comentó que en el norte se estuvo trabajando en un proyecto de investigación con Sorgo de Alepo (Sorghum Alepense), dónde ya se está dejando de usar glifosato, porque «Prácticamente todos los lotes de soja del NOA afectados con Sorgo de Alepo, se dan con la variedad resistente a este producto. En otras palabras, el glifosato para esta maleza en el NOA dejo de ser útil».
Los herbicidas en sí mismos no causan resistencia, explicó Scursoni. Sin embargo, si en una población existe una representatividad de individuos resistentes infinitamente pequeña y comenzamos a trabajar con un herbicida -que selecciona en favor de ese individuo resistente-, al cabo de 10 años habrá poblaciones resistentes dominando en el lote.
Consultado por los avances científicos y tecnológicos, el presidente de ASACIM señaló que existen numerosos avances científicos académicos. A su vez, desde la entidad se trabaja investigando los mecanismos de resistencia de algunas malezas y su costo adaptativo. Es decir, si la ausencia de un herbicida produce una disminución en la producción de semillas o la vuelve menos competitiva, se debe hacer una planificación estratégica para reemplazar el uso de ese herbicida.
«También contamos con trabajos internacionales tendientes a disminuir la vuelta de las semillas al suelo cuando se realiza la operación de cosecha«. En este sentido, Scursoni comentó que existen varias prácticas que deben difundirse y aplicarse como la sencilla limpieza de la maquinaria.
«Lo que pasa es que exageradamente se concentra la acción en la aplicación de herbicidas«.
«Todas estas prácticas hacen que el herbicida persista más en el tiempo«, indicó.
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