Ideas & Opiniones / Columnistas

Mapeando la bioeconomía

Conocemos el primer Mapa del Potencial Bioeconómico de Argentina (MPBA). Los detalles de una iniciativa que combina bioeconomía y Big Data en busca de oportunidades bioeconómicas en el país

Mapeando la bioeconomía
viernes 25 de junio de 2021

Por Cintia Peralta

¿Qué es la bioeconomía? ¿Es relevante para mi sector, mi negocio, el entorno en el que vivo o para mi establecimiento productivo? ¿En qué lugar está parada la Argentina en materia políticas públicas referidas a la bioeconomía? ¿De qué manera podemos conocer más y comunicar mejor sobre ella? Estos son sólo algunos de los interrogantes sobre la bioeconomía que un mapa diseñado por el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIECTI) trata de responder. 

La bioeconomía concierne y vincula a las actividades agrícolas, los procesos industriales, las actividades ambientales y los nuevos productos biológicos de valor agregado, entre otros. En pocas palabras, abordar la temática supone entender desafíos clave para nuestro país, desde el cambio climático hasta el desarrollo económico de las regiones.

Con la incorporación de nuevas tecnologías como los sistemas para el análisis de macrodatos, los mapas se convirtieron en herramientas obligadas de consulta a la hora de comprender mejor la distribución y disponibilidad de la biomasa en un determinado territorio. Esta nueva generación de mapas representa un importante punto de partida a la hora de identificar y evaluar nuevas oportunidades para el crecimiento económico de la Argentina.

En esta línea, el CIECTI (Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación) inició un trabajo junto a la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación para elaborar el primer “Atlas de la Bioeconomía Argentina”. Se trata de un hecho sin precedentes que aspira a contribuir al análisis de la agenda del desarrollo productivo y territorial de nuestras regiones.

Como primer paso, los licenciados en Economía, Miguel Lengyel y Leonardo Zanazzi comenzaron por identificar, relevar y procesar datos bioeconómicos utilizando metodologías de georeferenciamiento. El objetivo de la investigación supuso el abordaje de una serie de dimensiones tales como la disponibilidad de biomasa y biodiversidad, las capacidades productivas, la formación de recursos humanos y de infraestructura, entre otras variables. 

El resultado del estudio devino nada más y nada menos en el primer Mapa del Potencial Bioeconómico de Argentina (MPBA), una construcción inédita en nuestro país con foco en la agregación de valor a los recursos de origen biológico, la articulación de las cadenas de valor y la circularidad de la economía.

Según los responsables del proyecto, el material elaborado en formato digital cuenta con el potencial necesario para orientar decisiones en materia de bioeconomía, en tanto visibiliza microrregiones que pueden ser fuente de consulta al momento de diseñar políticas focalizadas. Sumado a esto, el mapa también brinda una aproximación a las cadenas de valor en el territorio, cuestión de suma importancia para la atracción de inversiones públicas y privadas.

 

Paisajes de palabras

El MPBA permite realizar un diagnóstico utilizando una metodología de georreferenciamiento multidimensional (multivariable) del potencial bioeconómico a diferentes escalas territoriales. Para dimensionar en profundidad su diseño resulta imprescindible comprender el concepto de “ráster” como núcleo del procesamiento de datos geográficos y, además, de la representación cartográfica adoptada.

Un mapa ráster consiste en una retícula de celdas/ píxeles con una resolución de 250 x 250 mts, totalizando 44.713.111 píxeles en la cobertura de todo el territorio nacional. Estas celdas son valoradas individualmente a través de un modelo de seis dimensiones que aborda a la bioeconomía en toda su extensión: recursos biológicos, turismo de naturaleza, capacidades instaladas de I+D+i en biotecnología, capacidades en ciencia y tecnología, formación de RRHH y sector productivo.

El trabajo arrojó cerca de 313 millones de datos bioeconómicos georreferenciados que ayudarán a interpretar mejor a la bioeconomía en la Argentina. En base al procesamiento de los mismos y, con el objetivo de determinar tanto su capital bioeconómico actual como su capital en el mediano y largo plazo, pudieron identificarse seis microrregiones:

Cinturón Urbano-Industrial

Se extiende desde La Plata a Rosario, con epicentro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trata de una región con características particulares en materia de disponibilidad de biomasa, de agregados productivos y poblacionales así como de generación de conocimiento. Sumado a esto, cerca de la mitad de las empresas del país tienen asiento en esta área, muchas de ellas de base biotecnológica.

 

Región Alta Productividad Agropecuaria

Se despliega irregularmente con epicentro en el sur de Entre Ríos, sudeste de Córdoba, sur de Santa Fe, nordeste de La Pampa y casi toda la provincia de Buenos Aires.

La actividad bioeconómica en esta región es la más variada y dinámica del país, lo cual se explica por el agregado tecnológico en las diferentes cadenas agropecuarias que se desarrollan en el territorio, la producción de biocombustibles y el aprovechamiento energético de subproductos.

 

Región Forestal

Se extiende y abarca cinco regiones forestales: la Selva Misionera, la Selva Tucumano-Boliviana, el Bosque Andino Patagónico y sectores del Parque Chaqueño y Espinal.

Posee excelentes condiciones ecológicas para la producción de biomasa forestal y su aprovechamiento energético. También cuenta con recursos biológicos para el desarrollo de productos biotecnológicos provenientes de bosques.

 

Región Monte

Abarca el centro de la provincia de Catamarca, el centro-este de La Rioja, San Juan, Mendoza y Neuquén, el oeste de La Pampa, centro-este de Río Negro y nordeste de Chubut.

Se caracteriza por la generación de subproductos de las industrias olivícola y vitivinícola junto a un tejido científico-tecnológico en materia de generación de bioenergías en zonas poco productivas.

 

Región Árida/ Semiárida

Se prolonga por el oeste del país desde el límite con Bolivia hasta el noroeste de Neuquén y a partir de allí se extiende por la Patagonia extra-andina. Incluye las ecorregiones de la Puna, los Altos Andes y la Estepa Patagónica.

Cuenta con cultivos tradicionales con alto valor nutracéutico y con cultivos anuales, arbustos y pasturas patagónicas con posibilidades de aprovechamiento energético.

 

Región Marina

Comprende la zona económica exclusiva de la Argentina (de más de 1.500.000 km2). Si bien los sistemas marinos y costeros se encuentran entre los más productivos del mundo, se ubican entre los menos aprovechados. La Región Marina posee potencial para el aprovechamiento de residuos de la industria pesquera y para la maricultura, entre otras.

 

Consideraciones finales

En base a las conclusiones preliminares del estudio realizado por el CIECTI y a otras investigaciones en estado incipiente, no es difícil vislumbrar que Argentina cuenta con las condiciones para convertirse en una generadora de oportunidades bioeconómicas para el país.

No obstante, resulta necesario una mayor integración de proyectos de investigación con iniciativas públicas y privadas a nivel local, provincial y nacional. En esta dirección, se torna urgente la discusión de políticas públicas que allanen el camino para un desarrollo bioeconómico estratégico y federal. 

 

 

 

¡Envianos tus Contenidos!

Difundí tus Ideas, Conocimientos, Experiencias, Opiniones y Proyectos.


¡Juntos el Campo es más fuerte!










¡Juntos por la eliminación
de las Retenciones!

Te invitamos a contarle a todos los argentinos por qué es bueno eliminar las Retenciones.

¡Sumá tu Stand!

Publicá tu marca en la plataforma líder del agro y aumentá tus ventas hoy.

Recibí los mejores contenidos

Suscribite a nuestro Newsletter y sigamos agregando valor.

Agroempresrio

¡Contenidos que agregan valor!