Campaña 2020/21: la industrialización de la soja alcanza cifras récord

A lo largo del primer semestre del año, la industrialización local de soja exhibió un claro incremento del 17,6% interanual, en base a los altos precios en el mercado internacional que se observaron en algunos de sus subproductos (harina, aceite y pellets). La suba se da en un contexto donde la industria aceitera volvió a recuperar parte de su diferencial de retenciones respecto a 2020.

Según estadísticas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, entre enero y mayo se molieron en las fábricas argentinas casi 18 millones de toneladas de la oleaginosa. Este volumen ubica los márgenes casi en los récords de 2016, cuando se finalizó con una acumulación en los primeros cinco meses del año de 18,6 millones de toneladas.

Mayo fue particularmente un gran mes, debido a que terminó con una molienda récord de alrededor de 4,29 millones de toneladas, aumentando en un 2% respecto a abril y en un 6,3% en relación al mismo mes del año pasado. Por otra parte, el incremento en el procesamiento se produjo aun cuando la campaña agrícola viene registrando un retroceso en su producción de casi 2,5 millones de toneladas.

Asimismo, el balance proyectado de la campaña 2020/21 de la soja argentina demuestra una cifra de industrialización y otros usos por 45,15 millones de toneladas; 41,40 más que durante el período 2019/2020. Dichos guarismos resultan positivos para la economía nacional, ya que de esta manera es posible que retroceda la primarización de las exportaciones.

Así, a medida que las fábricas de molienda se encuentren entre las más eficientes del mundo y puedan crecer en industrialización, serán más capaces de triunfar dentro de este círculo virtuoso, generando más empleo y estabilidad. Cabe destacar que, actualmente, el sector exhibe una capacidad ociosa de alrededor del 35%, de modo que todavía queda mucho camino por recorrer.

En el marco de las estadísticas oficiales también se desprende que en los primeros cinco meses de 2021 se exportaron 22,3 millones de toneladas de granos y 13,4 millones de toneladas de subproductos, respectivamente. Esto significa que el volumen de granos comercializados al exterior sin procesar cayó notablemente.

Sin embargo, el incremento de la molienda y los buenos precios internacionales también se reflejaron en el ingreso de divisas, que en el período de enero a mayo trepó a su nuevo récord histórico absoluto, con US$13.301 millones. En relación al año anterior, el aumento fue de US$6.338 millones, es decir el equivalente a un alza del 91%.