Los cultivos de cebada tuvieron un buen arranque luego de la siembra. Los factores que posibilitaron un excelente inicio y evolución de la campaña.
Gracias a la buena humedad en las etapas de pre-siembra y a una implantación que pudo concretarse sin inconvenientes climáticos, el nacimiento de las plantas de cebada fue parejo. Dependiendo de la fecha de siembra, la mayoría de los cultivos ya presenta tres hojas o se encuentra transitando el comienzo del macollaje.
Por su parte y, previo análisis de suelos y expectativas de rinde, los productores se preparan para concretar la primera fertilización nitrogenada. Se trata de un proceso que se complementa con otra aplicación en encañazón para mejorar la calidad del grano.
Por otro lado, la cebada registró un aumento del área implantada en la campaña 2021/2022. En este caso, las causas se explican por su corto ciclo que concluye a fines de noviembre-principios de diciembre.
En cuanto al valor, los precios que se ofrecen para la cebada resultan atractivos para volcarse a su cultivo: la forrajera llegó a los US$215 por tonelada en otoño y actualmente fluctúa entre los US$200 a US$205.