El Gobierno solicitó que los ciudadanos limiten su consumo diario de agua, como consecuencia de la mayor bajante en 77 años del río Paraná. El cauce es la vía de transporte de casi el 80% de las exportaciones del agro argentino y es fuente de agua potable y energía de importantes poblaciones urbanas.
Debido a la escasez de lluvias en el sur de Brasil, el Paraná se encuentra actualmente en sus niveles más bajos desde 1994.