l precio del barril de petróleo bajó un 15%. El mercado asistió a un desplome del crudo debido a la crisis epidemiológica provocada por el coronavirus. En este contexto, el Gobierno se siente aliviado ante una caída que descomprime la inquietud por los precios congelados.
La presión de las petroleras cesó por estos días. Las compañías petroleras colocaron en stand by su reclamo por un aumento al precio de los combustibles debido al impacto del coronavirus en la economía mundial. El efecto de lo que se ha denominado COVID-19 comenzó a influir en la cotización de las acciones, provocando una caída de los commodities que están en caída libre.
El precio del barril de petróleo bajó un 15% en un mes: pasó de US$58,91 a US$49,67 en febrero. “Por ahora no está claro el piso de ese derrumbe. Con un barril de petróleo a US$50, las petroleras locales ya empiezan a preocuparse por algo más que los surtidores”, aseguran fuentes del ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
En este contexto, gracias a la caída en el precio internacional del barril de petróleo, se cae uno de los argumentos de las petroleras para solicitar un incremento en el precio de los combustibles. Cabe recordar que el congelamiento de los precios debe mantenerse durante los 180 días en los que rige la Ley de Emergencia Económica. La decisión oficial tiende a sostener el retraso tarifario hasta marzo, impidiendo que las modificaciones impositivas impacten en los precios.