Origo: pioneros en el mercado de chocolates veganos

Por Brenda Lucente

Proinso es un Programa de Inclusión Social de origen paraguayo, que busca fomentar el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa, donde todos puedan acceder de forma igualitaria a las oportunidades que ofrece el mundo laboral y de los negocios. Con este objetivo, motiva y comparte activamente experiencias y conocimientos entre empresas y organizaciones que promuevan modos de vida inclusivos y sustentables.

Como parte de la institución, en junio de 2019 arribó a nuestro país el equipo que hoy en día administra la fábrica de chocolates premium pionera en el mercado vegano, Origo. Muy amablemente, su chocolatier, Nigel De Keyzer; y Lucía Núñez, encargada de Marketing, participaron de una entrevista exclusiva con Agroempresario.com, en la que nos contaron cuáles son las principales características del proyecto. 

“Proinso es una incubadora de negocios que comenzó en Paraguay como un side project de una marca muy conocida de comida rápida. En su momento, comenzamos haciendo chocolates como postre. Después, eso fue creciendo. Teníamos en mira el mercado argentino ya que aquí, sobre todo en Capital Federal, hay un porcentaje considerable de población vegana o vegetariana (12%). Desde un primer momento le dimos un enfoque empresarial. Llegamos a la Argentina en junio de 2019, poniéndole mucho énfasis al proyecto”, declaró De Keyzer, quien en 2011 se recibió de chocolatero y heladero en Bélgica. 

El equipo escogió dedicarse al chocolate ya que –según ellos- el alimento es por demás versátil: sirve como producto final y como materia prima para elaborar diferentes creaciones. Desde Origo, la industria es analizada desde un enfoque sustentable y de inclusión social, produciendo comestibles que no incluyen azúcares ni derivados de origen animal.

“Tampoco utilizamos productos que provengan de la esclavitud. El cacao lo compramos de Brasil. Acá en la Argentina, por más que no se produzca, hay una gran apreciación por el cultivo. Además, la población vegetariana y vegana es muy alta. El país también cuenta con muy buenos profesionales: hay muchos ingenieros industriales que saben realmente de la materia. En Paraguay el escenario es distinto”, pronunció el chocolatero. 

Apenas nació la empresa, las ventas se enfocaron más que nada en el mercado virtual. El primer canal de Origo fue Mercado Libre. Poco después, las transacciones comenzaron a realizarse vía Instagram y Whatsapp. 

En marzo, dos semanas antes de que se decretara la cuarentena, la empresa inauguró su primer local a la calle en Palermo Hollywood, que debió cerrar a los pocos días a causa de la crisis sanitaria. Sin embargo, Origo supo crecer en plena pandemia.

“Si bien tuvimos que cerrar, por suerte ya estábamos muy enfocados en lo que es la venta digital. En ese momento volvimos a enfocarnos en nuestro punto de partida. Afortunadamente, crecimos exponencialmente durante el aislamiento. Los avances fueron mes a mes. Igualmente, pasamos por mucha incertidumbre, ya que cada semana salía una nueva resolución y nos planteábamos qué hacer. Día a día íbamos analizando cómo se estaba moviendo el país”, relató Núñez.

Actualmente, la compañía le compra la materia prima a la Industria Brasileña de Cacao (IBC). Para endulzar los chocolates, utiliza edulcorantes naturales en vez de azúcares. Asimismo, los encargados de la cocina recurren mucho a la ciencia para reemplazar la composición de aquellos ingredientes que comúnmente se utilizan para producir esta clase de productos que son de origen animal.

“En la escuela no se enseña mucho de pastelería vegana. Usualmente vamos sustituyendo determinados productos gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, logrando resultados inclusive mejores a los que esperábamos. Nosotros recibimos la materia prima directamente del proveedor, asegurándonos de que esté en condiciones y cumpla con nuestros estándares de calidad. Hacemos los chocolates aquí mismo”, expresó al respecto De Keyzer.

En este punto, el entrevistado señaló las diferencias entre las actividades que se efectúan en una chocolatería y en una fábrica de chocolate. “La primera toma la materia prima, la derrite y realiza sus propias confecciones; en cambio, la segunda produce a partir de la manteca y la masa del cacao. Nosotros hacemos estas dos cosas y más, debido a que también elaboramos helados”, agregó.

En este último mercado, la idea fue ofrecer un producto de calidad, acabando de una vez por todas con los preconceptos que usualmente se tienen en relación a las cremas veganas. 

“Fue difícil producir helados de buen sabor y calidad. Hasta hace poco, los consumidores veganos solamente podían comer cremas al agua. Los intolerantes a la lactosa quizás ni podían pisar una heladería. Al no utilizar azúcar, ofrecemos un producto que los diabéticos pueden consumir libremente. Por lo general, endulzamos con maltitol, que es un endulzante derivado del fermento de maíz que aumenta muy poco el índice glucémico”, aseguró el chocolatier.

Según él, el valor agregado de Origo radica en que produce un alimento totalmente de nicho que aspira a poder cambiar los hábitos de consumo de la población. “Para nosotros es muy importante que un diabético o intolerante que llega a la chocolatería no tenga que leer la etiqueta de aquello que vendemos. Queremos darle seguridad a nuestro público”, sostuvo.

Por otra parte, la empresa se enfoca mucho en la sustentabilidad de sus elaboraciones, utilizando materiales reciclables y compostables en su packaging. En este sentido, Núñez añadió que a veces el lanzamiento de los productos suele demorarse más de lo previsto, ya que en determinadas oportunidades es difícil encontrar envoltorios y envases que cumplan con los estándares de sostenibilidad que pretende seguir la marca.

“Eso lleva su tiempo. No lanzaríamos un producto si su packaging no es sostenible. Nuestro objetivo es producir alimentos de manera responsable desde el punto de vista ambiental y social”, reconoció.

A futuro, la idea de ambos es exportar los chocolates, reconociendo que al ser un producto de nicho de alta calidad, el potencial de la compañía en el exterior es enorme.

“Sabemos que hacemos algo que va a ser apreciado en cualquier parte. Eso siempre y cuando nos apoyemos en el e-commerce y contemos con un buen sistema de envíos. Para todos los empresarios, es fundamental utilizar estas herramientas a la hora de expandirnos y hacernos conocidos afuera. Además, en unos cinco o siete años, queremos tener nuestra propia plantación de cacao. Nos encontramos frente a una gran responsabilidad, ya que somos pioneros en el mercado vegano y tenemos que pavimentar el camino para las chocolaterías que vengan. Si bien es frustrante no encajar en determinados estándares, también es emocionante, porque significa que estamos haciendo algo nuevo”, concluyó De Keyzer.

Productos

Origo comercializa chocolates en barra de 50 gramos, bombones y trufas rellenas. También vende cremas heladas de un cuarto de kilo y bombones helados rellenos.

Además, elabora tabletas y helados endulzados con azúcar de coco y cuenta con una línea de blends solubles de tres sabores (cacao, café y golden milk). Próximamente, la empresa lanzará sus propios chocolates de uso culinario para que otros emprendedores los utilicen en sus recetas veganas. 

Puntos de venta

Los productos de la marca se pueden conseguir a través de su e-commerce, o por Rappi, Pedidos Ya y Mercado Libre. Obviamente, también se venden en el local, ubicado en Dorrego 1625, Palermo Hollywood.