El Estado se queda con $63,4 de cada $100 que genera el campo. Según las mediciones del último trimestre registraron un aumento de 1,6 puntos porcentuales de la proporción de los ingresos de una hectárea que se queda en las arcas públicas.
De acuerdo a la medición trimestral de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) de cada $100 de renta del productor (ingresos menos costos), $63,40 quedan en los distintos niveles de Gobierno. Se trata de un crecimiento de 1,8 puntos porcentuales respecto al trimestre pasado cuando se registraron $61,8.
Desglosando los cuatro cultivos medidos, gracias a la soja el Estado se queda con el 67,5%, mientras que al trigo le saca el 59,6%. En cuanto al maíz, se queda con el 55,5% y el 49,8% del girasol.
Para los economistas, el motivo que explica esta suba del índice es el incremento de los costos en los insumos como fertilizantes y fitosanitarios, ambos con aumentos anuales del 50% y del 100% respectivamente.
Si bien los mayores costos reducen la renta, los impuestos no se reducen en la misma proporción. Esto se da porque el principal impuesto -los derechos de exportación- se calcula sobre el precio de los productos y no sobre las ganancias que genera la producción.