Facundo Yazlli: “Por suerte pude tener la escuela de Don Antonio Pulenta”

Por Agroempresario.com

Cuando uno piensa en fincas y bodegas, instantáneamente viene a la mente el trabajo del enólogo. En esta oportunidad, entrevistamos a Facundo Yazlli, el ingeniero agrónomo de las fincas familiares de la familia Pulenta, para comprender el trabajo fundamental que debe realizarse en la finca  -en especial la poda- para lograr una buena producción y posterior cosecha de uvas.

Yazzli trabaja con la familia Pulenta desde 1995, un tiempo antes de terminar sus estudios universitarios. No soportaba la idea de tener el título luego de tantos años de estudio sin haber tenido alguna experiencia laboral relacionada al sector, es por eso que se postuló para un trabajo en Peñaflor.
Había repasado todos los apuntes frutícolas y vitivinícolas para estar bien preparado pero la propuesta que le hizo Don Antonio Pulenta y el Ing. Agro Santiago Mayorga nada tenía que ver con los viñedos. Se trataba de un proyecto  de menta que iban a implementar en la provincia de Córdoba. 

De la aromática  no sabía nada, pero al menos ese proyecto era también nuevo para la empresa con la idea de aprender juntos. Fue un proyecto que lo marcó a fuego en la forma de trabajar, responsabilidad y capacidad organizativa. Consistía en supervisar 400 has en Mendoza  y 1.400 en Córdoba, ambas bajo riego.
 

Cuando Peñaflor se vendió en 1998, Yazlli pasó a formar parte de las fincas y empresa familiar. 

Éstas estaban ubicadas en Agrelo,  Vistalaba, Valle de Uco, Chacras en la Provincia de Mendoza y en San Juan había 400 hs de viñas y 250 de olivos. 

Hoy, las viñas de San Juan fueron vendidas al grupo Salentien; sólo mantienen la producción olivícola.

El equipo

Durante la entrevista con Agroempresario.com, se observó el placer de Yazlli por la naturaleza y su trabajo al aire libre, pero a su vez su dedicación, meticulosidad y profesionalismo.

“Todos los que estudiamos agronomía, generalmente no queremos estar encerrados, nos gusta la naturaleza pero tenemos una gran contradicción con lo cuadrado que somos como ingenieros”, sostuvo.

Ha logrado formar en cada finca equipos de trabajo muy profesionales y con muchas ganas de trabajar. 

Esa dedicación y amor por el campo se lo debe en parte al ejemplo de Don Antonio Pulenta, quien dos veces por día llamaba a cada empleado para preguntarle por su jornada laboral y para saber si había alguna novedad que debiera enterarse. 

“Logró que se formaran grupos de trabajo profesionales, con gente muy formada y gracias a eso uno puede estar lejos pero tener una comunicación fluida con todos.

Por suerte pude tener la escuela de Santiago Mayorga y de Don Antonio Pulenta. Hoy hay nuevas generaciones como la de Carlos y Eduardo que junto a sus hijos tienen la misma dedicación y respeto por lo que hacen”, contó.
 

La poda

Para Yazlli la poda es una de las tareas más importantes que va a definir la forma y la arquitectura de la planta y su equilibrio. 

“Es una tarea muy compleja en la parte productiva. Se comienza el primero de junio hasta los primeros días de septiembre que empieza el movimiento de la planta. Hay tiempo para realizar la poda pero te define todo lo que te pase el resto del año”, explicó. 

A su vez, es fundamental tener en claro qué destino tendrá esa uva para ver el equilibrio que debe tener la producción. 

El criterio del podador es fundamental,  ya que a una planta muy vieja no se le puede exigir demasiado entonces no hay que dejar abundantes yemas.
En las fincas, con la poda se empieza el ciclo productivo, los controles y, a su vez,  el ejercicio contable.

Suelos

Durante la entrevista, Yazlli nos contó que al ser Mendoza una zona aluvional, hay diferencia de suelos incluso dentro de una misma finca. Hay partes más arenosas, más pedregosas y con 3% de pendiente. 

“En Vistalba hay un suelo franco arcilloso pero además tiene viñedos de 100 años. Se riegan con  agua del dique Potrerillos del río Mendoza que durante 100 años fue turbia”, explicó. Son suelos pobres con poco nitrógeno y materia orgánica donde se pueden ver las franjas de todo el aluvionado. 

“Hasta hace un tiempo, una finca era linda si estaba prolija sin ninguna maleza y bien rastrillada. Hoy, el concepto vitícola es tener un suelo con vida, con malezas, insectos, incorporar guano o materia orgánica, cuidarlo porque si se logra un suelo sano, habrán raíces y por ende plantas sanas”, detalló.

Visión empresarial

La familia Pulenta fue siempre visionaria en cuanto a los negocios.  

Primero fue Quinto Pulenta con todo el desarrollo de Peñaflor y luego Don Antonio que veía negocios que el resto aún no lograba comprender y además contaba con la valentía de emprender proyectos que la mayoría no se animaba.

“Primero hizo mucha superficie de la variedad Sirah en San Juan cuando aún no estaba desarrollado; luego realizó un paño de 70 has de Malbec cuando aún no estaba en auge y lo razonable hubiese sido dividir el lote con otras variedades. Don Antonio vio más allá de lo que veíamos y fue todo un éxito”, recordó. 

Lo mismo ocurrió cuando quiso apostar a la finca en los 80´ donde los accesos eran muy complicados, había problemas de frío, altura, poca gente. 

Al armar la finca fue desarrollando la zona y le siguieron otras fincas más. 

Hoy en la bodega de Valle de Uco están logrando las certificaciones de buenas prácticas y sustentabilidad.

Por último y para cerrar, Facundo Yazlli nos comentó en referencia a la comercialización y al mercado externo, tanto de la Bodega Pulenta Estate como Vistalba se encuentran muy bien posicionadas, pero observa a su alrededor que para muchas fincas es difícil encontrar el equilibrio entre consumo, plantaciones y producción debido a la inestabilidad y falta de previsión de Argentina.