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esde que se publicó el REAL DECRETO 1135/2002 de bienestar porcino en la Comunidad Europea, ha tenido como objetivo “establecer las normas mínimas para la protección de los cerdos confinados para la cría y el engorde”. Esta normativa detalla una serie de requisitos que debe cumplir el productor desde la fase de reproducción, hasta el transporte del cerdo a matadero. Este decreto, no es el inicio de la legislación para el bienestar de los cerdos en Europa, pues a partir del año 1991, el consejo europeo adoptó una directiva para la protección de los cerdos, llamada Directiva 91/630/CEE, desde ese año se comienzan las primeras fuerzas para legislar el trato a los animales de producción. Esta fuerza legislativa en la ganadería no sólo está sucediendo en Europa, pues en algunos estados de USA, ya existen normativas para el bienestar animal en los cerdos, y muchos productores de los principales estados productivos, ven al bienestar animal como un desafío muy cercano y que está influenciado en gran medida por el consumidor, el cual cada vez es más exigente en la compra de carne.
Muchos artículos o notas de prensa se centran en una sola perspectiva del bienestar animal, unos autores defienden el bienestar animal como un pilar fundamental para combatir el maltrato animal dentro de las granjas porcinas, mientras que otros autores están en contra de estas medidas, pues atribuyen que esta norma afecta la competitividad y rentabilidad de la producción de carne de cerdo. En el tiempo que llevo vinculado a la industria del cerdo español, a través del perfeccionamiento académico, me he dado cuenta de las ventajas y desventajas que impacta esta normativa al productor de cerdos. Para ser sincero, antes de llegar a Europa, mi postura al bienestar animal era al rechazo, no estaba abierto a enfrentar un debate, porque creía que estas normas no traerían un beneficio a la industria del cerdo, sin embargo, mi postura actual ha cambiado. No quiero centrar esta nota en una postura extrema, sino que me gustaría sugerir la forma en que deberíamos enfrentar este gran desafío en los próximos años, pues será una exigencia que llegará de forma irrevocable a nuestra región. Es hora de que todos los países de Latinoamérica aboquen sus esfuerzos en tratar de homogenizar o igualar los procedimientos de manejo que poseen sus industrias de producción de cerdos, algunos países tienen una desigualdad muy alta en el trato que le dan a sus cerdos, es una realidad actual y un llamado de atención, a que como profesionales de este región, debemos mejorar las normas de manejo. Quizás no sea necesario dictaminar normas que impacten drásticamente el flujo de ingresos de una empresa porcina, como ha sucedido en Europa, sino que debemos buscar alternativas baratas y que mejoren el bienestar del cerdo y la rentabilidad de la empresa. Las medidas como establecer un nuevo diseño de instalaciones para gestación, en el cual se deben quitar las jaulas y rediseñar los galpones con corrales, no parecen ser las medidas necesarias para dar un primer paso en igualar el buen trato a los cerdos. En mi experiencia, he visto granjas con diseños de instalaciones convencionales que poseen estados corporales y conductuales de sus cerdas en excelentes condiciones, así como también en sus cerdos en las áreas de crecimiento y engorda. Lo anterior demuestra que no es necesario un rediseñamiento de instalaciones para tener cerdas alojadas en condiciones donde no se vea afectada su conducta o su estado de bienestar.
Existen muchos puntos dentro de la producción de cerdos en la que podemos rediseñar los procedimientos operacionales para obtener un mejor bienestar de los animales. Así como muchos profesionales aprendemos de buenas escuelas de formación en producción porcina, no podemos olvidar que también los mismos cerdos nos enseñan a cómo debemos tratarlos, por ejemplo, una colectividad de cerdas en gestación, con una mala condición corporal, con pelo hirsuto y con una conducta deprimida, es una gran alarma para darnos cuenta de que algo está sucediendo y que algún manejo debemos cambiar o mejorar.
A continuación resumo los principales puntos dónde podemos modificar o mejorar nuestras pautas de manejo y así aumentar el bienestar de los cerdos.
En esta fase podemos abordar a la cerda o a los lechones.
La castración es otro manejo que debe evaluarse, actualmente existe opciones farmacéuticas que pueden aplicarse para eliminar el proceso de castración, sin embargo cada empresa debe realizar una evaluación técnico-económica de la aplicación de estos productos.
El destete es uno de los eventos más estresantes para el cerdo. Existen factores sociales, nutricionales y jerárquicos que pueden afectar el bienestar y el rendimiento productivo de los lechones al destete. A continuación daremos algunas sugerencias de manejo que pueden ser evaluadas en las empresas porcinas para mejorar las condiciones de bienestar y aumentar el rendimiento productivo.
En esta fase podemos realizar una serie de manejos para disminuir el estrés de los animales. El principal es brindarle material de enriquecimiento a todos los corrales, es significativo el cambio que se produce en la conducta de los cerdos al agregar este tipo de “juguetes”. Uno de los puntos críticos del bienestar animal, es brindar a los cerdos una cantidad de espacio adecuado dentro del corral. Al inicio de la fase de engorda, los cerdos poseen una buena cantidad de espacio, sin embargo al final de esta fase, están con una alta densidad, a pesar que poseen las dimensiones correctas. Mi recomendación es que partir de los 140 días de edad, se comience a sacar los cerdos con mayor peso y que estén dentro de las condiciones para ser faenados, esto ayudará a que los demás cerdos del corral tengan más espacio, además se ha reportado en diversos estudios que el rendimiento productivo de los cerdos que quedan en el corral aumenta, al realizar este tipo de manejo.
El transporte de cerdos aun sigue siendo una incógnita y no existe una real comprensión de la importancia que posee esta fase en el rendimiento del cerdo, tanto en la calidad de su carne, cómo en las repercusiones económicas que influye en un mal transporte a matadero. En Europa y Norteamérica se está evaluando diferentes métodos de transporte y los resultados económicos que muestran en las empresas porcinas son muy diferentes y significativas, existiendo una alta desigualdad en los programas de carga, transporte y descarga. En la actualidad, algunos países de Latinoamérica ya están reformulando algunas pautas de transporte de cerdos, sin embargo aun existe mucho por trabajar y una de los principales necesidades es la capacitación de los profesionales responsables de la industria.
Es fundamental que todos los profesionales implicados en la industria del cerdo, nos centremos en los pequeños detalles que podamos tener en el día a día en la granja. Tenemos que hacernos algunas preguntas como por ejemplo ¿Qué hacer con las cerdas cojas? ¿Cómo podemos evitar la alta prevalencia de cojeras en cerdas? ¿Qué hacemos con los cerdos enfermos y que tienen bajo pronóstico de recuperación? ¿Cómo diseñamos un sistema de eutanasia? Para responder esta última pregunta, existen instrumentos muy útiles y baratos que ayudan al sacrificio rápido y coherente de animales enfermos, como lo es la pistola de sacrificio de ganado, esta herramienta debe ser usada por personal altamente capacitado.
Como conclusión, esta nota no está para despertar una crítica ante la evolución de la industria, sino para despertar e innovar en los desafíos que nos pone nuestra área de trabajo, y además abrir un debate de cómo podríamos enfrentar esta evolución.
Infopork