ara los argentinos, el mate no sólo es una bebida que se toma como infusión, sino que es un sentimiento, una forma de reunión entre amigos o familia, costumbre también compartida por otros países de la región.
l mate es parte de la historia del Río de la Plata, ya que también se comparte con los habitantes de Uruguay. Los primeros cultores que difundieron su uso en estas tierras fueron los conquistadores españoles, que difundieron esta planta de origen guaraní por todo Paraguay, Uruguay, Argentina y sur de Brasil.
El mate en la Argentina tiene su día nacional, que es el 30 de noviembre, en conmemoración del nacimiento de Andrés Guacurarí y Artigas, un caudillo de origen guaraní, que fue el único gobernador indígena de la historia argentina.
En parayerbamate se puede encontrar información completa de todos los secretos y beneficios del mate, además de poder aprender a prepararlo; cómo curar y preparar un mate, producirlo e incluso su historia.
Se prepara con hojas secas y molidas de la yerba mate, en un recipiente ovalado, que generalmente es de calabaza. Añadiendo agua caliente, no hervida, se consume por medio de una bombilla,. Se denomina mate, tanto al recipiente como a la yerba, y su nombre deriva de la lengua náhuatl, matli, que significa calabaza.
El elemento principal del mate es la bombilla, que consta de varias partes:
El recipiente o el llamado mate, puede ser de diferentes materiales, aunque los más usuales son los de palo santo, madera o calabaza. Pueden están recubiertos por fuera con diferentes metales, como la plata o el aluminio.
También hay mates de vidrio, cerámica, metálicos, silicona o plásticos que son los mates que no se curan. Solo se curan los de madera, palosanto y los de calabaza, para sellar los poros de estos materiales y que no transfieren su sabor amargo al mate. Los mates de calabaza se curan con yerba, dejándola reposar un día, y luego repetir el proceso durante dos días más.
Los de madera se curan untando manteca en su interior, para luego llenarlo con yerba y agua, y dejarlo reposar un día. Este proceso se repite durante dos o tres días más al igual que con los de calabaza.
Los mates de palosanto se curan con alguna sustancia grasa en su interior, manteca o aceite de girasol son los más recomendables, para luego proceder de la misma forma que con los de madera y los de calabaza.
La producción de yerba mate tiene un largo proceso en el que intervienen la plantación, la cosecha, el secado, el almacenamiento, la molienda, y el envasado, todo hecho bajo una atmósfera controladas para evitar infecciones en las plantas.
La preparación del mate requiere todo un ritual, pues el mate se llena hasta la ¾ parte con yerba mate, y se tapa la boca con la mano agitándolo y dando vueltas, luego con la yerba reclinada sobre un costado, se introduce la bombilla por el lado más vacío.
Se agrega agua a unos 40 grados, donde haya menor cantidad de yerba, para hidratarla y no quemarla. Una vez que reposó unos instantes, se agrega el agua cuya temperatura debe estar entre 70 y 80 grados para tomar mate.
Esta tradición de tomar mate nace de la leyenda que cuenta que la Luna llamada Jasi, acompañada por la diosa Nube llamada Araí, vinieron a la tierra para contemplar sus paisajes. Cuando estaban en la selva fueron atacadas por un yaguareté. Un viejo indio guaraní las salvó a ambas matando al animal. En agradecimiento las dos diosas le obsequiaron una planta a la que llamaban Caá y que era la yerba mate.
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