Prevención: la herramienta más importante

Cuando los animales están concentrados en superficies pequeñas o cuando la calidad o cantidad de alimento disminuye, las enfermedades de los animales se potencian. Aquellas que son infectocontagiosas tienen una manifestación inmediata y, a veces, catastrófica.

Aunque el control parasitario en terneros es fundamental siempre, lo es aún más en campos anegados. Hay que tener en cuenta que los efectos de las inundaciones son a mediano plazo y se deben medir a cinco años. Como los suelos y pasturas se afectan, se restringe la cadena forrajera planificada.

En los meses de marzo y abril, en la zona pampeana central, las condiciones climáticas suelen favorecer el desarrollo de parasitosis gastrointestinal en los terneros. Es por ello que la prevención y el calendario sanitario son fundamentales y, para que sean eficientes, es necesario evaluar la eficacia de los tratamientos realizados y hacer un seguimiento de los parásitos, analizando la materia fecal y aplicando los antiparasitarios según los resultados y el manejo. Si estos últimos se aplican sin conocer las condiciones en cada animal en particular, se generará resistencia hacia una o más drogas, ergo, los tratamientos serán más ineficaces.

Alimentación

Lo mejor al elegir un suplemento, es buscar alta concentración de proteína energía y de materia seca. El INTA Corrientes recomienda granos y subproductos (maíz, sorgo, afrechillo, pellet), ya que tienen un alto valor nutritivo y además permiten mantener el estado corporal de los vientres con poca cantidad. Si no se hace un correcto aporte de fibra en la dieta, los animales pueden sufrir de acidosis; para ello se recomienda un incremento gradual del alimento, para desarrollar un acostumbramiento. Si se comprar rollos de pasturas o rastrojos de sorgo y maíz, se recomienda que se coloquen cerca de los comederos y que se provee sales minerales con calcio y fósforo; no obstante, considerar que los rollos y rastrojos tienen un bajo valor nutritivo.  

Para una vaca preñada, el INTA sugiere la siguiente dieta para cubrir los requerimientos: 2,8 kg de maíz y 200 gr de pellet de girasol; en tanto, para una vaca con cría, 3-3,2 kg de maíz y 500-200 gr de pellet de girasol.

Dormir y pastorear

Las recomendaciones del INTA en estas cuestiones son las siguientes:

-Evaluar el grado de inundación y el daño en los potreros e instalaciones.

-Buscar lugares altos que puedan servir para dormideros y refugios.

-Evaluar el estado del forraje. En potreros sin anegamiento, subdividirlos con alambrado eléctrico para usarlo también como dormidero. En potreros anegados pero pastoreables, permitir el ingreso de hacienda para pastorear 4 o 5 horas por día. En potreros completamente anegados, que los animales no entren para evitar la pérdida de los más pequeños ante crecidas de la corriente.

-Clasificar a los animales por categorías para descartar aquellas que son improductivas o adelantar ventas previstas para otra época del año.

-Cuantificar la superficie utilizable, la disponibilidad de forraje y el estado de rodeo, para luego decidir estratégicamente la suplementación y/o venta de animales.

Las categorías para clasificar a los animales son las siguientes: vientres preñados con baja condición corporal, vientres preñados con buena condición corporal, cavas con cría, recría, vacas vacías, toros. Los lotes deben ser con categorías homogéneas con no más de 200 cabezas. En caso de necesitar juntar categorías diferentes, aquellas que pueden ir juntas son: toros con vacas preñadas, vientres vacíos y vaquillonas; las vacas pariendo deben estar solas.