Plagas y enfermedades del avellano

e las plagas y enfermedades citadas por la bibliografía internacional, solo algunas se han detectado en la Argentina hasta ahora. Sin embargo, el rápido aumento en la superficie implantada en los últimos años, obliga a mantener un atento control ante la posible aparición de plagas.

Debido a las pocas hectáreas sembradas en la Argentina no se puede hablar de plagas primarias, puede que ocurran ataques esporádicos.

A continuación citaremos únicamente los problemas sanitarios registrados hasta el momento en el Valle Inferior del Río Negro, y otros insectos que pueden llegar a producir daños si es posible que se encuentren en Argentina.

Bacterosis del avellano (Xanthomonas Corylina)

Es la enfermedad más importante en la región. Ataca a los órganos aéreos de la plante. En el monte se observa el marchitamiento de ramas debido a la rotura producida por el cancro, que rodea a la rama de un año. Este cancro comienza en las ramas jóvenes; se manifiesta como una mancha de color más claro, de aspecto húmedo, que con el tiempo se extiende de 5 a 15 cm., produciendo grietas y hendiduras. Sobre las hojas aparecen manchas amarronadas, de 4 mm. de diámetro, que incluyen también las nervaduras. En ataques muy severos, aparecen manchas sobre el involucro y sobre la fruta, pero casi nunca afecta a la pepita. la infección tiene lugar en condiciones de alta humedad y elevadas temperaturas. Es una enfermedad que sí provoca graves daños en viveros, donde se debe seguir un estricto control sanitario.

Los tratamientos en el monte son preventivos y se realizan con Caldo Bordelés, a razón de 200 g. de cobre metálico por cada 100 litros de agua. El primer tratamiento se realiza a fin de floración y antes de la brotación (segunda quincena de agosto), se debe repetir el tratamiento 20 días después. Se harán otros dos tratamientos, uno en precosecha (primera quincena de febrero) y otra en -3/4 de caída de hoja, siempre con la misma dosis.

Afidos o pulgones

En la zona, el que más ataca es el pulgón verde del duraznero (Mysus Persicae). Se presenta en primavera y otoño, llegando a causar serios daños en la producción. Se aloja en el envés de las hojas y en los brotes tiernos. Deben hacerse tratamientos generales con productos aficidas.

Los insectos más dañinos son los siguientes: Curculio mucum (Balanino) que en el estadio de larva se nutre de la semilla, causando a veces ingentes pérdidas. El umbral de intervención está representado por un individuo por planta y los productos a utilizar hacia la mitad de mayo, son base de carbail o diazinone, cuando los adultos se mudan del suelo a las plantas.

Otros insectos

Las chinches del avellano (Gonacerus acuteangulatus, Palomenta prasina, etc.), que son sus pinchazos sobre el fruto determinan manifestaciones conocidas como " aborto o vaciado traumático" y "enchinchado". El aborto traumático ocurre cuando el pinchazo tiene lugar al inicio del desarrolla de la semilla, durante los primeros días de Julio. A su vez. El enchinchado es consecuencia de los pinchazos sobre frutos con semillas completamente formadas.

Las semillas atacadas tiene sabor amargo, este inconveniente de notable peso para la industria elaboradora, es visible sólo después del descascarado de la avellana. La defensa se basa en el empleo de productos a base de endosulfán o de Diazinone aplicados en los primeros días de Julio.

Se ha comenzado a observar la presencia de "chinche verde" (Nezara Viridula) sobre frutos todavía verdes, pero el bajo número de individuos no ha permitido ver daños en los frutos.

Este insecto, provoca aborto de frutos y frutos vacíos cuando el ataque ocurre en las primeras etapas del desarrollo del mismo. Si el ataque se produce con el fruto desarrollado, la avellana toma un color grisáceos por fuera, mientras que en su interior se observan vetas más claras, adquiere sabor amargo y olor desagradable, no pudiendo ser comercializado. El control se realiza en Endosulfan.

Agrobitd