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la hora de fertilizar, la variabilidad temporal y espacial, y la interacción entre ambas, son factores que influyen en los resultados de las aplicaciones. Pero hoy se cuenta con GPS, drones, sensores de suelo y cultivos, satélites, monitores de rendimiento, equipos de dosificación variable y modelos de simulación.
“Para implementar planteos de aplicación de dosis variable de nutrientes, en nuestras recomendaciones tenemos que identificar los factores que afectan a la respuesta a la fertilización dentro de lote”, indicó el asesor privado Agustín Pagani, quien se refirió a los desafíos en el manejo de la tecnología de precisión.
“Entre ellos están los nutrientes, elevación, textura del suelo, materia orgánica, presencia de tosca, sodio, napas y compactación. Y también tenemos que adaptar o generar recomendaciones que integren estos factores”, detalló. Por lo tanto, Pagani advirtió que “la agricultura de precisión puede ayudar si permite ser mejores técnicos, porque las herramientas no deben preponderar por sobre la agronomía”.
Por su parte Francisco Damiano, también asesor privado, explicó el funcionamiento del recientemente lanzado satélite nacional Saocom y su aplicación en agricultura.
“A través de este satélite se pueden generar mapas de humedad de suelo, es posible establecer un sistema de soporte a las decisiones en agricultura, un sistema de pronóstico de enfermedades y un manejo del riesgo por emergencias hidrológicas”, informó. “Midiendo la permitividad del suelo, el radar determina su contenido de humedad, por eso se pueden obtener productos como mapa de humedad superficial del suelo; balance hídrico, índice radar vegetativo para complementar el índice verde; escenarios de cultivos para tomar decisiones de manejo y estimar rendimientos; mapas de enfermedad como el de fusariosis; mapas de inundación y de escurrimiento, entre otros”, explicó.
De todas maneras, Damiano señaló que “estos productos aún no se encuentran al alcance del público, aunque estarán disponibles en breve”.
En tanto, Rodolfo Bongiovanni del INTA Manfredi, Córdoba, se refirió al uso de las tecnologías de agricultura de precisión (AP). “La AP es información aplicada a la agricultura, brinda información a un costo más bajo. Pero al utilizarla, hay que analizar el costo-beneficio de la AP y también la tasa de retorno que genera”, manifestó.
De todos modos, de acuerdo a Bongiovanni, la rentabilidad de la AP es específica de cada sitio. “Hay que tener en cuenta que la información es un insumo como la semilla, el fertilizante o el herbicida. Los presupuestos parciales son una herramienta útil para un análisis económico básico. Pero la AP no siempre va a ser rentable en todas las condiciones”, explicó.
El ABC Rural
