¿Es posible la ganadería de precisión?

os tractores tienen pilotos automáticos, las cosechadoras monitores de rinde, las pulverizadoras corte automático de botalones, ¿y el ganadero? ¿Qué tiene a mano? Algunos una balanza y un anotador, otros un buen ojo y muy pocos sistemas de punta.

Es por ello que en los últimos años se estuvo trabajando muchísimo en la implementación y puesta a punto de ese concepto. El sector dentro de la ganadería que primero adopta este término es el tambo: es una fuente constante de generación de datos que deben ser procesados. Si no mido, no controlo. Si no controlo no sé lo que está pasando, y si no sé lo que pasa mal puedo gestionar.

El peligro que suele acechar a quien quiere capturar una masa relevante de datos es caer en una vorágine de datos. Es necesario traducir estos datos, y ponerlos en un formato adecuado para que éstos faciliten la toma de decisión adecuada.

Antiguamente el ganadero más preciso manejaba registros colectivos. Sabía perfectamente a nivel promedio el consumo de cada animal, las dosis de antibióticos recibidas, las vacunaciones realizadas, pero todo a nivel grupal del rodeo.

Los tiempos cambiaron y el consumidor de un bife quiere saber cuál fue la historia a nivel individual de lo que está consumiendo. Es así que gracias a un buen sistema de trazabilidad uno puede saber perfectamente cómo fue la vida de ese novillo que dio origen a ese bife: dónde nació, quiénes fueron sus padres, dónde se crió y engordó, y qué medicamentos recibió a lo largo de su vida. La trazabilidad del animal no se agota en el mero historial del mismo. A nivel producción, nos ordena y previene trabajos mal realizados, por ejemplo dobles vacunaciones por error, respetar los tiempos de carencia antes de faena de un animal o el consumo de su leche por el uso de un antibiótico u otro medicamento.

La Ganadería de Precisión vino para quedarse en nuestros campos. Sistemas de monitoreo de la hacienda, controles de stock de animales, alertas de pariciones, registros automáticos de pesos, registros de vacunaciones a nivel individual son todas novedades que serán moneda corriente en el campo que está por venir. No se trata de un futuro lejano, ya están entre nosotros, y como postula la ley de Moore, la cual dice que los procesadores duplican su capacidad cada 24 meses y su costo caen a la mitad, los insumos para este tipo de ganadería son cada vez más económicos y más precisos.

Claro está que no todo es fácil en este rubro. Quienes innovamos en esta área nos encontramos con escollos que nos obligan a repensar los sistemas. Ejemplo de aquello es la falta de señal de celular en los establecimientos o de internet para poder interfacear los datos recopilados. Los sistemas que generamos deben poder funcionar en cualquier lugar del país, tengan posibilidad de conexión a la red de datos o no.

Cierto es también que la tecnología al avanzar va solucionando estos problemas y somos realistas al pensar que en poco tiempo podremos generar y tener los datos online al mismo tiempo.

La ganadería de precisión va de la mano de dos conceptos importantísimos a nivel producción, el bienestar animal y el correcto uso de medicamentos. Animales bien atendidos gracias a un sistema de monitoreo y dosis adecuadas de medicamentos hacen que éste viva en un entorno más amigable para el mismo. Si puedo saber exactamente cuándo va a parir una vaca, puedo aumentar la vigilancia de la misma para poder prevenir un parto complicado y auxiliarla a tiempo. Si puedo saber exactamente cuánto pesa un animal, puedo suministrar un medicamento en la dosis correcta, sin dejarle residuos del mismo en su carne o leche. Si puedo individualizar cada animal vacunado, puedo saber que el 100 % de mi rodeo estará prevenido.

El conocimiento es poder, y con ese poder justamente puedo gestionar de una manera más eficiente y precisa.

Club Agtech