ebido a la rápida velocidad con que se propaga el coronavirus a nivel mundial, muchos países impusieron una cuarentena que altera la rutina de sus habitantes. Con ello, también se ve modificado el comportamiento de la naturaleza. Esto último se observa con claridad en las Cataratas del Iguazú (Misiones), una de las siete maravillas naturales del mundo, donde el caudal de agua disminuyó enormemente.
Así lo manifestó el intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Acosta, quien dijo que el caudal normal es de 1.500 metros cúbicos por segundo y que ahora están apenas en los 289 m3.
Esta caída histórica en el caudal de agua se explica por dos motivos: en primer lugar, por la falta de precipitaciones en la zona; en segundo lugar, por el cierre de las siete represas que el río Iguazú tiene del lado brasileño a causa de la cuarentena implementada para intentar frenar el avance del COVID-19.
De esta manera, se dan dos fenómenos atípicos: las Cataratas no solo están con muy poca agua, sino también sin turistas, ya que en el DNU presidencial se ordenó el cierre de todos los parques nacionales.