Argentina tiene la capacidad de abastecer a los clientes europeos no solo con madera libre de deforestación, sino también con madera certificada bajo los más altos estándares de manejo forestal sostenible.
El 30 de julio, se llevó a cabo una reunión en el Palacio San Martín organizada por la Cancillería de Argentina y la Delegación de la Unión Europea en Argentina. Este encuentro tuvo como objetivo iniciar un diálogo entre los grupos de interés sobre la implementación de la reglamentación EUDR 2023/2015. La directora ejecutiva de AFoA, Claudia Peirano, destacó la importancia de esta normativa y subrayó el compromiso del sector forestal argentino con la conservación, restauración y uso sostenible de los bosques.
La demanda de productos de base madera está en auge, con una proyección de crecimiento de 210 mil millones de dólares para el año 2035, según datos de la consultora AFRY. La madera se destaca como una de las soluciones basadas en la naturaleza más prometedoras para la transición hacia alternativas renovables y de bajas emisiones de carbono. La pregunta clave es: ¿de dónde vendrá la madera sostenible necesaria para este crecimiento?
En Argentina, la madera proviene tanto de bosques nativos como de plantaciones forestales. Peirano enfatizó que las plantaciones manejadas bajo un enfoque de triple impacto (ambiental, social y económico) pueden contribuir significativamente a la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad. «Nuestro mensaje para los importadores de la UE es que la madera y productos de madera provenientes de plantaciones forestales de Argentina tienen un riesgo muy bajo en el cumplimiento del EUDR», afirmó Peirano, agregando que la madera certificada por gestión sostenible y con cadena de custodia por sellos reconocidos internacionalmente, como FSC y PEFC, presenta un riesgo nulo.
Argentina cuenta con un sólido marco legal para la protección de sus bosques nativos y la regulación de las actividades forestales. La Ley 26331, vigente desde 2007, obliga a las provincias a realizar un ordenamiento ambiental de sus bosques nativos, clasificándolos en categorías que determinan el grado de conservación y uso permitido. Además, la Ley 25080 regula las plantaciones forestales, garantizando que estas no se establezcan en áreas de alto valor de conservación.
Las plantaciones forestales en Argentina abarcan aproximadamente 1.267.000 hectáreas, con una alta concentración en la región de Mesopotamia, una de las más productivas del mundo para pino y eucalipto. La industria forestal del país se abastece mayoritariamente de estas plantaciones, que se estima han capturado alrededor de 52 millones de toneladas de CO2.
Desde una perspectiva voluntaria, Argentina cuenta con dos importantes sellos de gestión forestal sostenible: FSC y PEFC. Estos sellos garantizan que la madera utilizada proviene de fuentes gestionadas de manera sostenible y que no han incurrido en prácticas de deforestación. Además, las certificaciones de cadena de custodia permiten la trazabilidad de la madera desde su origen hasta el producto final, asegurando al consumidor la sostenibilidad del proceso.
La implementación del EUDR 2023/2015 representa una oportunidad para que Argentina demuestre su compromiso con la producción sostenible de madera. Peirano subrayó la necesidad de reconocer las diferencias entre los bosques nativos y las plantaciones forestales, así como el valor añadido de la certificación por gestión sostenible. «Esperamos que se reconozca el valor diferencial que le da a los productos de la cadena de la madera la certificación por gestión sostenible con sellos internacionales y auditorías anuales de tercera parte y su trazabilidad», afirmó.
La madera certificada no solo asegura que no ha habido sustitución de bosques nativos por plantaciones forestales, sino que también garantiza una gestión sostenible integral, que abarca los impactos sociales, económicos y ambientales. Un dato relevante es que, por cada hectárea de plantaciones forestales certificada, hay 0,66 hectáreas de áreas naturales bajo conservación, lo que suma un total de 350.000 hectáreas, equivalente a 1,6 veces el área de Luxemburgo.
El sector forestal argentino se encuentra en una posición estratégica para satisfacer la demanda creciente de productos de madera sostenibles en la Unión Europea. Con un enfoque claro en la sostenibilidad y la certificación, Argentina puede consolidarse como un proveedor clave de productos como madera para construcción, bioplásticos, textiles, papeles, embalajes y bioenergía. La implementación efectiva del EUDR 2023/2015 podría ser un catalizador para el crecimiento de esta industria, siempre que se reconozca la madera certificada como libre de deforestación.
La reglamentación de la Unión Europea para cadenas libres de deforestación ofrece a Argentina una oportunidad única para destacar su madera certificada como un producto sostenible y de alta calidad en los mercados globales. Con un compromiso firme con la gestión forestal sostenible, el país está listo para liderar el camino hacia una economía más verde y responsable.
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