En una semana que se perfilaba como determinante para la redistribución de la merluza hubbsi, la principal especie del caladero argentino, cuya explotación tiene un impacto significativo en la generación de empleo en la región continental de la provincia de Buenos Aires y, en menor medida, en diversas localidades del litoral marítimo del país, el avance esperado ha sido postergado. Esto se debe a que, en el seno del Consejo Federal Pesquero (CFP), aún se están debatiendo los detalles finales relativos a las participaciones y los mecanismos que determinarán el futuro de la administración de esta especie para los próximos 15 años a partir del 1 de enero 2025.
El fuerte interés manifestado por algunas provincias, como Santa Cruz, que busca acceder a una mayor participación en las cuotas, y limitar a un máximo del 10% la concentración por grupo empresario, junto con las demandas de Río Negro, que además de un incremento en su participación, solicita una revisión de los coeficientes de procesamiento a bordo del segmento congelador, ha complejizado las negociaciones y diluido el objetivo expresado en el párrafo final del Acta CFP Nro. 15/2024, que preveía una reunión para los días 18 y 19 de este mes.
Si bien el CFP ha mantenido reuniones ayer (por reunión de Comisión de Merluza Negra y Merluza de Cola), hoy, y lo hará también mañana, aún falta madurez en las discusiones para alcanzar una resolución definitiva sobre la redistribución de las cuotas.
Todo parece indicar que el proceso de redistribución de especies como la polaca, la merluza negra y la merluza de cola podría servir como leading case o precedente para la aplicación de criterios en esta asignación tan importante y esperada. No obstante, persisten diversos factores condicionantes que requieren mayor elaboración y consenso, el cual, hasta el momento, no ha sido alcanzado.
Por otra parte, aunque desde una perspectiva externa puede parecer prematuro, en paralelo se está evaluando el costo del canon por asignación por tonelada. Desde la lógica de los grupos empresarios, la secuencia natural sería primero obtener la asignación para luego discutir los costos, pero a nivel formal, ya existen borradores iniciales con propuestas que están sujetas a modificaciones. Algunas sugerencias apuntan a que las provincias podrían acceder a una mayor participación a través de la cesión de un porcentaje mayor de la reserva nacional, tal como ocurrió con la merluza de cola. Sin embargo, hasta el momento, todas estas posibilidades permanecen en el ámbito de la especulación y están sujetas a debate, lo que indica que esta semana no se alcanzará una resolución definitiva sobre la distribución de las codiciadas cuotas.
Pescare