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Desde las extensas praderas y los frondosos bosques de las Montañas Rocosas hasta los cristalinos lagos glaciares y el esplendor turquesa del noroeste del océano Pacífico, Canadá se ha convertido en un símbolo mundial de la naturaleza, la belleza intacta y la brutalidad. Sus gélidos inviernos, sus duros terrenos, su fauna a menudo agresiva y sus vastas extensiones de tierra intacta pueden hacer que adentrarse en la naturaleza canadiense parezca como dar un salto de fe hacia lo desconocido.
Pocos han comprendido y experimentado esta dualidad mejor que Les Stroud , oriundo de Ontario , que ha desarrollado una carrera de 30 años enseñando a la gente a sobrevivir y disfrutar de la naturaleza salvaje de Canadá. "Hemos causado nuestro propio daño", admite. "Pero tenemos la suerte de contar con zonas que siguen siendo prístinas. Ofrecemos el tipo de experiencia en la naturaleza con la que se ha soñado desde los días de Charles Dickens".
Stroud, en muchos sentidos, es "el" superviviente experto. Su serie de televisión, Survivorman, que se emitió entre 2001 y 2016, marcó el comienzo de una generación de reality shows, documentales y, más recientemente, influencers de TikTok con temáticas similares , al perfeccionar el arte de experimentar la supervivencia y difundirlo ante un público más amplio.
Pero "superviviente" es un término con el que Stroud tiene una relación incómoda.
"Soy un aventurero al aire libre", afirma. "La supervivencia es una mierda, no quieres tener que hacerla nunca. Es como saber primeros auxilios. En definitiva, lo que me interesa es conectar con la naturaleza".
Aquí están las cinco mejores aventuras al aire libre en Canadá según Stroud.
El río Nahanni Sur, de 560 km de longitud y situado en la frontera entre el Yukón y los Territorios del Noroeste, es una galería al aire libre de gloriosos paisajes canadienses, desde las gigantescas cataratas de Virginia hasta sus Grandes Cañones , pasando por las aguas termales de Rabbitkettle y las cuevas de 350.000 años de antigüedad. Con su abundancia de tesoros geológicos, la Reserva del Parque Nacional del río fue uno de los primeros cuatro Sitios de Patrimonio Natural incluidos en la lista de la Unesco hace casi 40 años.
"Es el viaje en canoa más espectacular que se puede hacer", afirma Stroud. "Cada rincón del río es impresionante. Uno sigue pensando que no va a ver nada mejor que lo que acaba de ver, pero lo ve".
Planear un viaje al sur de Nahanni no es "la aventura al aire libre más barata", advierte Stroud. "Pero es un requisito importante... un conjunto de habilidades básicas te permitirá bajar por el río y podrás remar por tu cuenta. Las compañías que trabajan en el río son de primer nivel".
La naturaleza de Canadá está profundamente entrelazada con el folclore de las Primeras Naciones; el sur de Nahanni no es una excepción. Se dice que en las riberas del río habita un lobo mítico, el "Waheela", al que se culpó de una serie de asesinatos a principios del siglo XX.
Puede que Stroud nunca haya visto a la bestia, pero ha coqueteado con otros peligros de la vida silvestre.
"Cuando era guía allí, una de las noches estaba tumbado", recuerda. "Me desperté por la mañana y había huellas de lobo por todas partes donde había estado durmiendo. Se notaba que me estaban olfateando la cabeza mientras dormía".
Para aquellos más expertos en remar, Stroud recomienda un viaje a la costa del Pacífico de Columbia Británica.
En el lado noreste de la isla de Vancouver, Telegraph Cove es una aldea de cabañas de madera multicolores, y la economía depende en gran medida de los deportes acuáticos como el kayak.
"Aquí se requiere un nivel adicional de conocimientos", afirma Stroud. "Hay que saber sobre las corrientes de marea, que pueden ser muy peligrosas".
Pero los kayakistas intrépidos y ágiles verán recompensados sus esfuerzos al visitar este pueblo costero del Pacífico. "Es un paraíso", dice Stroud. "Hay águilas calvas, te ves navegando en kayak junto a orcas y ballenas".
Incluso un aventurero experimentado como Stroud advierte que no hay que ser demasiado intrépido, especialmente cuando se encuentra con vida silvestre.
“Tenía a mi hijo de tres años delante de mí cuando vimos un león marino y terminamos acercándonos a él”, recuerda. “Los leones marinos son increíblemente agresivos y se dirigió directamente hacia nosotros. Intenté darme la vuelta mientras el monstruo se dirigía hacia nosotros en el agua, hasta que llegamos a la orilla y vimos que iba y venía de un lado a otro, mirándonos como si estuviera loco”.
"Esta vez nos excedimos", dice.
La línea entre el placer y el dolor es a menudo muy fina, y la "acampada invernal en una tienda de campaña caliente" lo demuestra.
"Si se hace correctamente, es una de las experiencias más hermosas que se pueden vivir en la vida", afirma Stroud. "Pero si se hace mal, es una de las más miserables".
Acampar en una tienda de campaña con temperaturas cálidas significa sumergirse por completo en las condiciones invernales más duras.
"Uno tira de un pequeño trineo, con raquetas de nieve, una tienda de campaña de lona y una pequeña estufa, y camina por el desierto", explica. "Es necesario trabajar con una empresa que sepa lo que hace".
Esta práctica había sido ignorada durante mucho tiempo por aquellos que buscaban aventuras al aire libre más cómodas (en parte debido a la aversión generalizada al frío y a las ventiscas invernales), pero se está volviendo cada vez más popular .
De todos los lugares para vivir la aventura, Stroud recomienda visitar el municipio de Temagami en Ontario. "Es increíblemente hermoso estar en medio de la naturaleza salvaje de Temagami", dice. "Es como el Parque Algonquin , pero más hermoso y sin gente".
Si bien acampar en una tienda de campaña caliente en invierno requiere una planificación cuidadosa para garantizar una buena ventilación y un manejo seguro de la estufa, ofrece una oportunidad inmejorable de experimentar la magnificencia de un invierno canadiense.
"Recuerdo estar sentado a las 20:00 horas, a -40ºC, en nuestra tienda de campaña, con una camiseta y jugando a las cartas", recuerda Stroud.
Las mejores aventuras al aire libre de Canadá no tienen por qué implicar ensuciarse o mojarse las manos: incluso se pueden disfrutar con seguridad detrás del volante.
Para Stroud, una de las experiencias más placenteras del campo canadiense es recorrer sus vastas extensiones y luego acampar en uno de sus numerosos parques provinciales; de hecho, el 41% del territorio nacional pertenece a la corona y está abierto al público.
Boondocking, o acampar fuera de los campamentos designados sin servicios, a menudo tiene mala reputación debido a sus diversos problemas ambientales y de seguridad.
Pero en Canadá las cosas son distintas, dice Stroud: "Aquí es mucho más seguro. No tenemos la misma cultura de las armas [que en Estados Unidos]; es mucho menos probable que entren a robar en tu vehículo".
Cuando se le preguntó cuál era el mejor lugar para pasar la noche, Stroud tuvo que nombrar al principal contendiente, pero el Parque Provincial Marten River surgió como su favorito.
"Es un lugar sencillo, no está abarrotado de turistas y tiene una ubicación excelente", afirma. "Es ideal si viajas por todo el país y necesitas un lugar para dormir y descansar".
El Parque Provincial Marten River es una gloriosa muestra del ecosistema de Temagami, con su flora rara (como la orquídea de flecos morados) y antiguos pinos rojos y blancos colosales, algunos tan grandes que "ni siquiera pueden caber tres o cuatro personas alrededor del tronco", dice Stroud.
Para quienes buscan diversión invernal sin preocupaciones (y que requiera relativamente poca habilidad), no hay nada mejor que andar en trineo tirado por perros en el Ártico.
En el remoto extremo de los Territorios del Noroeste, la ciudad de Inuvik ofrece a los visitantes la oportunidad de experimentar este deporte. "Si eres amante de los animales, les muestras mucho cariño a estos perros", afirma Stroud. "Y no te limites a hacer un paseo de un día, pasa la noche allí. Al final, acabarás en una cabaña en algún lugar".
Aunque Stroud es un apasionado de los trineos tirados por perros, admite que su primera experiencia no fue precisamente recomendable.
"Yo sostenía cinco perros de trineo inuit. Podemos sujetar a cinco huskies, pero a cinco de los perros de trineo inuit tradicionales, que son el doble de grandes, 54 kilos, simplemente no puedes sujetarlos".
"Me arrastraron durante un buen trecho como si fuera un trapo mojado", añade, "hasta que en un momento dado llegué a un punto en el que me enganché el pie en un árbol. Estaba ensangrentado y con hematomas por toda la experiencia, como si estuviera en un potro de tortura medieval. Eso es lo que ocurre cuando un trineo tirado por perros sale mal . Pero cuando sale bien, estás atravesando un bosque a toda velocidad con casi dos metros de nieve".
El trineo tirado por perros no es solo una experiencia alegre en sí misma, sino que también ofrece una forma más consciente del medio ambiente de experimentar la naturaleza salvaje del Ártico, especialmente ahora que la región y sus asentamientos (como Pond Inlet) están siendo destruidos por el exceso de turismo y los desarrollos provocados por el hombre.
"Las motos de nieve son sucias, huelen mal y contaminan", afirma Stroud. "Los trineos tirados por perros son la alternativa natural y mucho mejor. Puedes ir a lugares a los que las motos de nieve no llegan".
Cuando le preguntan cuál es la mejor manera de vivir una experiencia al aire libre y capturarla para el público, responde: "La autenticidad. Ser auténtico con la experiencia y no solo buscar clics".
BBC
