La nueva ruta de senderismo sueca que une Estocolmo con islas paradisíacas sin coches

En mi primer viaje en barco por el archipiélago de Estocolmo , la paleta de colores era intensa. El brillo de los estrechos laberínticos dividía el verde de las islas densamente arboladas, cuyas costas cubiertas de rocas estaban erosionadas hasta adquirir un tono de oro blanco. Cabañas de color rojo óxido que parecían sacadas de un cuento de hadas se asomaban entre los árboles o se alzaban sobre las rocas. Cuando mi barco pasaba por uno de esos tramos de costa, otro apareció rápidamente a la vista, extendiéndose hasta un horizonte y luego hasta el siguiente. Este idílico grupo de unas 30.000 islas e islotes constituye uno de los archipiélagos más grandes del mundo, con cinco veces la cantidad de islas griegas.   

Estuve aquí para recorrer el recién creado Stockholm Archipelago Trail (SAT), que se inaugurará al público en octubre de 2024. El SAT, que conecta el archipiélago desde la isla de Arholma en su extremo norte hasta Oja en el extremo sur mediante senderos señalizados por primera vez (y se convierte en uno de los únicos archipiélagos del mundo conectados de extremo a extremo por un sendero), abrirá las islas al público como nunca antes. 

Si bien el archipiélago ha sido utilizado durante mucho tiempo como destino de ocio por navegantes y bañistas, la creación de la SAT de 270 km transmite un mensaje claro y contundente de que estas islas son perfectas para una exploración más profunda a pie. La ruta atravesará 21 islas representativas de la abundante belleza natural del archipiélago y, al hacerlo, también mostrará la necesidad de proteger sus frágiles ecosistemas.  

"Queremos animar a todo el mundo a que venga a pie hasta aquí para dar a conocer las islas", dijo Michael Lemmel, el creador de SAT. "Mucha gente ya viene, pero a menudo utiliza las islas de una forma particular. Por ejemplo, es habitual visitarlas en barco privado, pero quienes lo hagan probablemente no se adentren más de 50 metros tierra adentro desde el muelle. El SAT distribuirá a los visitantes en un área más amplia que, por ejemplo, un puerto deportivo".

Lemmel y otros defensores del SAT creen que el archipiélago –una extensión de 1.700 kilómetros cuadrados de islas cubiertas de árboles e islotes rocosos bordeados por playas de arena y bahías salpicadas de islotes– tiene un enorme potencial para redistribuir de forma más uniforme la afluencia de turistas a la región de Estocolmo. "La ventana turística del archipiélago es muy específica: un auge de ocho semanas desde finales de junio hasta agosto y casi nada el resto del año", dijo Lemmel, pero la temporada de senderismo se extiende de mayo a septiembre u octubre, lo que significa que la ruta aliviará la presión sobre los puntos de interés y las horas punta de visitas.

A pesar de que el archipiélago es un punto de interés regional, una encuesta de Visit Stockholm de 2022 reveló que, si bien el 81 % de los visitantes extranjeros que visitan Estocolmo hacen turismo en la ciudad, solo el 26 % realiza un paseo en barco para ver sus islas. Y hay mucho que ver y hacer allí: tomar el sol en las playas de Sandhamn y Nåttarö; navegar en kayak por bahías salpicadas de islas; relajarse en cabañas remotas donde las vistas del mar, el cielo, el bosque y las aves se vislumbran a través de las ventanas; y, sobre todo, disfrutar de la sensación de tranquilidad que invade todo el lugar, algo que es más difícil de encontrar en otros lugares de los alrededores.

Los visitantes no pueden cruzar con sus coches a las islas que atraviesa el SAT, los barcos sólo pueden atracar en determinados puntos y la ruta no es apta para bicicletas, por lo que caminar es la mejor forma de moverse, ya sea para los aventureros que quieran recorrer toda la ruta de isla a isla o para los amantes del aire libre más tranquilos que quieran caminar sólo las etapas que les atraigan. Los senderos se han hecho acogedores con una señalización impecable y bancos colocados estratégicamente para disfrutar de la vista. Al mismo tiempo, el impacto ambiental del propio SAT es insignificante. Las marcas de ruta (azules para el mar, amarillas para la arena) están fijadas a los árboles en bandas extraíbles para no dañar permanentemente el tronco y la ruta sigue caminos humanos y animales preexistentes, por lo que no fue necesario cortar otros nuevos.

"La construcción de la ruta también es una forma de que las personas interesadas en la protección de las islas puedan subsistir en el archipiélago durante gran parte del año", añadió Marie Östblom, de la Región Empresarial de Estocolmo, que supervisa la implementación de la ruta. "Los caminantes estimularán una demanda adicional de subnegocios como alojamientos y excursiones locales. La mayoría de las islas tienen pocos residentes, por lo que tomar decisiones importantes sobre todo, incluida la conservación, se vuelve más eficiente".

En seis días, pude recorrer el SAT a través de seis islas (Finnhamn, Grinda, Sandhamn, Utö, Alö y Nåttarö), lo que me permitió recorrer más de una cuarta parte de toda la ruta. Las islas son tan numerosas y la cubierta forestal de la mayoría es tan espesa que los lugareños dicen que la única forma segura de identificar un lugar desde el agua es por la forma de sus árboles, pero cuando estuve en ellas, descubrí que cada isla poseía características distintivas.

Finnhamn es la única isla del archipiélago con robles y enormes afloramientos rocosos que sobresalen del suelo forestal, lo que la convierte en una emocionante caminata. Grinda es una mezcla más suave de bosque y tierra agrícola. Ambas son reservas naturales. Sandhamn es la isla más turística, pero los bosques de pinos arenosos que salpican sus lados sur y oeste son serenos y exquisitos. La vecina Utö y la reserva natural de Ålö-Rånö aumentan el dramatismo con profundas ensenadas sembradas de islotes y elevaciones más altas que crean los mejores panoramas del archipiélago. Mientras tanto, las playas de arena blanca bordeadas de pinos y abedules de Nåttarö son incomparables, y la isla se ha convertido en una de las primeras reservas naturales marinas de Suecia.

"Queremos que la gente venga a ver estos tesoros por sí misma", dijo Lemmel. "Es más difícil preocuparse por la conservación de las islas sin apreciar lo que ofrecen, y ahora mismo ni siquiera los habitantes de Estocolmo saben mucho sobre ellas. Tenemos miles de islas –algunas también en el SAT– que son zonas silvestres, a un corto viaje en barco desde una ciudad capital. ¿Cuántos lugares pueden decir eso?"

A pesar de su belleza natural y de su condición de bastión de vida silvestre para las aves marinas, incluida la población más importante de águilas marinas de Suecia, el archipiélago es vulnerable a la contaminación. Su intrincada red de vías fluviales hace que el agua contaminada del mar Báltico y de la fertilización excesiva del sistema fluvial sueco pueda quedar atrapada aquí. Pero esto ha significado que a menudo el archipiélago se haya convertido en un punto de partida para desarrollar soluciones a largo plazo a las amenazas ecológicas. 

En Utö, el SAT emerge del bosque para rodear un humedal artificial que alberga un proyecto pionero que, según su creador, Thomas Hjelm, puede rejuvenecer la vida marina en todo el Báltico. Al introducir peces depredadores de alto nivel que habían sido pescados hasta casi extinguirse, como el lucio y la perca, y liberarlos en el mar a través del humedal, ha creado un sistema circulatorio autosuficiente. Esto descontamina el agua dentro del radio de natación de los peces de unos ocho kilómetros, ya que estos peces depredadores reducen los niveles de algas. Los juncos de los humedales también crecen rápidamente. Cuando se cortan, me dijo Hjelm, pueden convertirse en una alternativa viable para los fertilizantes sin el CO2 que libera el corte de césped, el medio estándar para crear fertilizantes.  

"Este humedal es un modelo a seguir para mostrar a los demás cómo se puede hacer", afirmó Hjelm. "Pero varios cientos de ellos en la costa báltica supondrían una mejora enorme". 

La sección de Sandhamn del sendero es la más concurrida debido a la popularidad del bonito puerto y la playa de la isla. Una de las principales propietarias de hoteles de Sandhamn, Lena Josefsson de Sandhamn Seglarhotel , me dijo que ofrecer una experiencia de viaje sostenible era más difícil en el archipiélago debido a que los servicios básicos (instalaciones de reciclaje y supermercados más grandes, por ejemplo) a menudo se encontraban a un viaje en barco de distancia en el continente. 

"Hemos ideado algunos planes", dijo. "Recientemente hemos empezado a recolectar todos los desechos alimentarios de nuestro restaurante y a transformarlos en fertilizantes. Además, estamos abriendo un retiro fuera de la red en un faro frente a la costa de Sandhamn. Esperamos que esto atraiga a un tipo diferente de huéspedes, uno con una menor huella de carbono".    

Mientras caminaba por el SAT, entendí el punto de vista de Lemmel sobre la necesidad de ver el archipiélago para preocuparse por su valor ecológico. "Amazonas" y "Ártico" son palabras claves para el medio ambiente: el archipiélago de Estocolmo no lo es actualmente. Y esto es lo que hace el sendero: permite a los visitantes experimentar la maravilla de los árboles que dan paso a una playa fortuita o a una ensenada silenciosa llena de patos eider; y, lo que es más importante, les hace pensar en por qué estas cosas son tan valiosas.

"Y ahora es el mejor momento para venir", sonrió Östblom. "Nuestra temporada mágica va desde finales de agosto hasta octubre. Las multitudes del verano ya no existen, pero el agua sigue estando varios grados más caliente que en Suecia continental".

Y después de seis días de caminatas difíciles por el SAT, el agua parecía sumamente tentadora: un estanque tranquilo y teñido por la luz dorada del otoño. Así que me sumergí.

BBC