El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Academia de Ciencias Checa (CAS, por sus siglas en inglés) estrecharon lazos en una jornada destinada a compartir experiencias en transferencia tecnológica. La actividad abordó los ejes temáticos: Salud, Alimentos y Biotecnología; Ingenierías, Ambiente y Energía y Desarrollo Inclusivo Sustentable.
Tomás Mazzieri, gerente de Vinculación Tecnológica del CONICET encabezó la apertura del evento y agradeció la participación de los actores científicos de ambas instituciones: “Esta reunión es fundamental ya que representa la continuidad de las actividades que ambas organizaciones habían iniciado anteriormente”. Y continuó: “El intercambio de experiencias es esencial no sólo para alimentar áreas de las organizaciones, sino también para lograr una mayor cooperación. Espero que de esta sesión, y de las próximas, surjan grandes ideas”.
Por su parte, la gerente de Desarrollo Científico Tecnológico del Consejo, Liliana Sacco valoró el intercambio de experiencias como “una fuente de aprendizaje que refleja el impacto positivo que la ciencia y la tecnología pueden ejercer en nuestra sociedad”: “El objetivo de este encuentro es presentar distintas estrategias de transferencia tecnológica y casos de éxito que sin duda brindarán una valiosa oportunidad de formación para nuestras comunidades científicas”, reflexionó sobre los resultados de la jornada. Y agregó: “Para mi es un gran satisfacción reencontrarnos y ver cómo se materializa el compromiso de nuestras instituciones para fomentar el intercambio en ambas comunidades”.
En tanto, el director de la Oficina de Transferencia de Tecnología de la CAS, Martin Smekal, expresó su alegría por la organización del evento en conjunto y destacó la estrategia que la CAS adoptó hace dos años sobre la transferencia de conocimientos y tecnologías: “La misión principal de la Academia es realizar la investigación básica en todos los campos. También apoyamos y participamos en las actividades educativas, principalmente en los programas de estudio doctoral y nos centramos especialmente, durante muchos años, en asegurar que los resultados de las actividades científicas se pongan en práctica, ya sea a través del proceso de comercialización o de otras maneras como la transferencia de conocimientos”, explicó. Además, el titular de la CAS destacó los programas educativos bastante extensos y el apoyó que la institución provee a los proyectos de cada instituto que compone la Academia. “Normalmente tenemos alrededor de 100 proyectos anuales”, puntualizó.
Con el objetivo de organizar el intercambio se abordaron temas de interés en Salud, Alimentos y Biotecnología; Ingenierías, Ambiente y Energía y Desarrollo Inclusivo Sustentable. Durante la sección Salud, Alimentos y Biotecnología se expusieron los casos: ARVAC, la primera vacuna 100 por ciento argentina contra el COVID-19, por parte de CONICET, y el caso de Implantes reabsorbibles a base de Mg, que consiste en la producción de implantes biodegradables a base de magnesio para la fijación ósea, por parte de CAS.
En la sección Ingenierías, Ambiente y Energía, se desarrollaron los casos: ERISEA, la startup dedicada a producir antioxidantes a partir de extractos obtenidos de erizos de mar criados en condiciones de cultivo controladas y provisión de alimento vivo e inerte especialmente formulado y el caso de las licencias de la cepa probiótica Lacticaseibacillus (L.) rhamnosus CRL 1505 que contribuye a reforzar el sistema inmunológico, ambas por parte de CONICET. En tanto, los especialistas de CAS expusieron: Producción de hidrógeno turquesa, una tecnología que produce hidrógeno a partir de metano -o gas natural- y otros hidrocarburos, utilizando plasma térmico y el caso de éxito Ignia, que consiste en un método de producción de nanopartículas conductivas que forman una capa catalítica y un dispositivo que busca combinar múltiples pasos en una sola máquina.
Por último, en la sección Desarrollo Inclusivo Sustentable, los investigadores del CONICET presentaron el Índice de Calidad de Vida, una base de datos que contiene información sobre el radio censal y su Índice Calidad de Vida (ICV) asociado. El dato ICV corresponde a una medida de logro respecto de un nivel establecido como óptimo teniendo en cuenta dimensiones socioeconómicas y ambientales dependientes de la escala de valores prevaleciente en la sociedad y que varían en función de las expectativas de progreso histórico. Por su parte, los miembros de CAS abordaron el caso HistoryLab, una aplicación en línea checa que trabaja con fuentes históricas para la enseñanza de la historia. La misma ofrece a profesores y estudiantes un espacio seguro donde pueden trabajar de manera creativa sin temor a cometer errores.