En un evento que reunió a más de 700 expertos del sector, Podetti destacó la magnitud de este proyecto que promete revolucionar el transporte de productos agrícolas y minerales en América del Sur, logrando una operación completamente libre de emisiones de carbono y a costos significativamente reducidos.
Este proyecto, a cargo de la empresa Atria en colaboración con la firma de ingeniería Consulmar, prevé el diseño de un remolcador impulsado por biometano que arrastrará barcazas como un “tren fluvial”, transportando hasta 40.000 toneladas por viaje. Este innovador diseño no solo disminuirá a la mitad los costos operativos, sino que también evitará unas 10.000 toneladas de emisiones de CO2 anuales por barco. Todo esto se logrará gracias a una planta de biogás que convierte residuos agrícolas y pecuarios en biometano, el cual se licúa a -160 grados Celsius para su uso en motores eléctricos avanzados.
Al emplear biometano, no solo se reduce la dependencia de combustibles fósiles, sino que se promueve un enfoque de bioeconomía circular, aprovechando los residuos orgánicos como una fuente de energía limpia y renovable. Este proceso, además de generar biometano, produce biofertilizantes que pueden retornar al suelo, cerrando el ciclo de los nutrientes y contribuyendo a una agricultura más sustentable.
Escucha la entrevista completa para descubrir más sobre este proyecto pionero y los detalles detrás de la transformación de la Hidrovía Paraguay-Paraná hacia un futuro más verde y competitivo.
El proyecto también ha captado el interés de financistas internacionales como el BID Invest, que ha comprometido fondos, mientras que otros fondos climáticos aportarán subvenciones adicionales. Este respaldo permite la emisión de bonos de carbono, un activo que fortalece el modelo de negocios sustentable y la competitividad de la hidrovía. Por cada tonelada de CO₂ evitada, se generarán ingresos mediante créditos de carbono, fortaleciendo el valor ambiental de cada operación.
La planta de biogás se ubicará en Paraguay, donde las condiciones económicas e impositivas facilitan el crecimiento de esta iniciativa. Además, la empresa Atria evalúa construir las embarcaciones en su astillero de Rosario, Argentina, contribuyendo así al desarrollo de la industria naval local y promoviendo la expansión de la infraestructura sustentable en la región.
El proyecto de Raúl Podetti es una muestra del potencial de la bioeconomía para transformar las industrias tradicionales hacia un modelo más eficiente y ecológico. Con el tiempo, se espera que más puertos argentinos adopten el biometano como opción energética, permitiendo que otras embarcaciones comerciales utilicen este combustible limpio, y marcando un nuevo estándar de sostenibilidad en la navegación fluvial.