Por Agroempresario.com
La venta de yerba mate, un ícono del consumo masivo en Argentina, enfrenta en 2024 una de sus peores crisis históricas. Según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en los primeros diez meses del año, los despachos desde los molinos sumaron 215,8 millones de kilos, un 9% menos que en el mismo período de 2023. Este porcentaje representa una caída inédita para un sector acostumbrado a variaciones anuales de entre el 2% y el 3%.
A pesar de ser un producto arraigado en la cultura nacional y en auge global —con figuras como Lionel Messi, el Papa Francisco y varios actores de Hollywood como sus principales embajadores—, las ventas internas de yerba mate han sufrido los efectos combinados de la crisis económica, el sobrestoqueo realizado en 2023 y la estabilización de precios en un contexto inflacionario.
Hoy, un kilo de yerba de marcas líderes como Taragüí, Amanda, Rosamonte o Playadito puede conseguirse por $3000, un valor que se ha mantenido prácticamente inalterado desde enero. Sin embargo, la falta de dinamismo en las góndolas llevó a las empresas a implementar agresivas estrategias de descuentos y promociones para sostener el consumo.
Una industria en transformación
Según expertos del sector, esta caída en las ventas refleja un necesario ajuste en el mercado tras años de regulaciones y controles de precios. "Nunca vi nada igual. Los consumidores solo compran cuando hay ofertas; estas son clave para empujar las ventas", aseguró el gerente de una de las diez principales yerbateras del país.
El impacto no ha sido uniforme. Mientras líderes del mercado como Las Marías (Taragüí y Unión) y Playadito lograron sostener sus volúmenes de ventas, empresas de menor tamaño enfrentaron serias dificultades. Juntas, estas dos firmas correntinas representan el 35% del mercado interno, mientras que otras como Amanda, Nobleza Gaucha, Cruz de Malta y Rosamonte se reparten el 40% restante junto con otras marcas de menor escala.
"Desde julio, el 'sell out' empezó a mostrar una leve mejora, aunque no para todas las marcas", señaló Gustavo Redondo, gerente comercial de CBSé. Las yerbateras más pequeñas fueron las más afectadas, mientras que las grandes lograron capitalizar su posicionamiento en un mercado en contracción.
La nueva normalidad tras el cambio de gobierno
Con la llegada de Javier Milei y la eliminación de regulaciones, los empresarios del sector observan una oportunidad para redefinir el negocio. “En libertad de mercado, gana el mejor”, afirmó un ejecutivo con más de 20 años de experiencia. La desregulación permite a las empresas competir en calidad, packaging y precios, consolidando una industria más dinámica y enfocada en el consumidor.
A pesar de la compleja situación actual, el sector yerbatero encara 2025 con optimismo, apostando por estrategias que prioricen la innovación y la fidelización del consumidor. Aunque las cifras de ventas aún están lejos de recuperarse, el mercado parece estar ajustándose hacia una nueva etapa de crecimiento sostenible.
