Por Agroempresario.com
En el marco de la Tercera Temporada de “Comunicándonos en Agroempresario.com”, Daniel Afione, Presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Diego Cifarelli, Presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) y Juan Pablo Ravazzano, Presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA) en una entrevista exclusiva con Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com. En esta destacada conversación, se abordaron temas centrales para el desarrollo del sector, desde tecnología e innovación industrial hasta sostenibilidad y desafíos en la producción alimentaria y nutrición animal.
Argentina se encuentra en una etapa de transformación industrial que busca responder a las demandas de los mercados globales. En este contexto, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) ha adoptado una estrategia que prioriza sectores clave como los alimentos, la metrología, la energía y las industrias emergentes como la minería y los hidrocarburos.
Según Daniel Afione, presidente del INTI, “el instituto posee una capacidad técnica que lo posiciona como un actor fundamental en áreas relacionadas con granos, carne, lácteos y más. Además, cuenta con laboratorios de nivel internacional distribuidos estratégicamente en el país, lo que permite brindar servicios de análisis, certificación y desarrollo de productos".
Este enfoque integral no solo busca mejorar la competitividad de las industrias locales en el mercado interno, sino también expandir su alcance hacia la exportación.
El sector alimentario es una de las principales fortalezas de la industria argentina. Con centros especializados como el de Rafaela, en Santa Fe, el INTI trabaja en el desarrollo y certificación de productos lácteos y cárnicos, ofreciendo herramientas clave para elevar los estándares de calidad y sostenibilidad.
En palabras de Afione, “la trazabilidad y la huella de carbono se están convirtiendo en requisitos indispensables para exportar a Europa. Esto significa que las empresas argentinas deben adaptarse a estas demandas si desean competir en los mercados más exigentes del mundo".
Uno de los proyectos destacados es el desarrollo de un sistema de trazabilidad para vinos, que incluye la implementación de códigos QR. Estos permiten a los consumidores acceder a información sobre el origen, las etapas de producción y la comercialización del producto. Este modelo podría replicarse en otras áreas, abriendo nuevas oportunidades para las exportaciones argentinas.
Diego Cifarelli, Presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), destaca la evolución de la molinería en el país, una industria que ha crecido de la mano de la expansión demográfica y la innovación tecnológica.
“Hoy tenemos 150 molinos distribuidos en todo el país, muchos de ellos en provincias donde antes era impensado, como Salta, Jujuy o La Rioja. Esto refleja la capacidad industrial de Argentina y su voluntad de procesar y generar valor agregado", afirma Cifarelli.
A pesar de los avances, el sector enfrenta desafíos como las retenciones y las restricciones al comercio exterior. Según Cifarelli, estos obstáculos limitan el potencial de exportación de productos como la harina y los fideos. Sin embargo, resalta que la industria alimenticia argentina, en su conjunto, tiene una base sólida y un enorme potencial para seguir creciendo.
La Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA), liderada por Juan Pablo Ravazzano, representa a un sector en constante evolución. Este incluye la producción de alimentos balanceados, aditivos y premezclas para animales de producción y mascotas.
Ravazzano señala que “la producción industrial de animales ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, y la nutrición ha acompañado este crecimiento con investigación y desarrollo de nuevas materias primas y aditivos”.
Un tema clave en este sector es la resistencia antimicrobiana. “Hace 50 años nadie pensaba en los niveles de antibióticos que se administraban a los animales. Hoy es una preocupación global, y la industria está trabajando en soluciones sostenibles que beneficien tanto la salud animal como la humana", explica.
Argentina tiene una ventaja competitiva en este ámbito gracias a su capacidad ociosa y la disponibilidad de materias primas. Ravazzano enfatiza que “el país está en condiciones de convertirse en un jugador importante en la exportación de alimentos balanceados completos, tanto para mascotas como para otras especies como aves, cerdos y bovinos".
El INTI y otras instituciones públicas y privadas están desarrollando proyectos que combinan tecnología e innovación para responder a las demandas internacionales. Uno de los ejemplos más destacados es la medición de la huella de carbono en productos como la carne y el maíz, lo que permitirá cumplir con las regulaciones europeas y posicionar a Argentina como un proveedor confiable y sostenible.
Además, el trabajo conjunto con organizaciones internacionales, como la Comunidad Económica Europea, ha permitido avances significativos en áreas como la metrología y la certificación de productos.
Afione señala que “el INTI no solo colabora con el sector privado en el desarrollo de estas tecnologías, sino que también actúa como un organismo de certificación, garantizando que los productos argentinos cumplan con los estándares más altos".
Argentina está en una posición privilegiada para capitalizar sus recursos naturales y su capacidad industrial. Sin embargo, para lograrlo, es fundamental superar los obstáculos estructurales que aún persisten, como las políticas de retenciones y las restricciones al comercio exterior.
La integración de tecnología, innovación y sostenibilidad será clave para impulsar el crecimiento de sectores estratégicos como la molinería, la nutrición animal y la industria alimentaria en general.
Como destaca Cifarelli, “la industria argentina tiene todo por delante. Hemos avanzado mucho, pero aún queda un largo camino por recorrer".
Con el compromiso del INTI y el trabajo conjunto de los sectores público y privado, Argentina puede consolidarse como un referente global en la generación de valor agregado, contribuyendo al desarrollo económico y social del país.