Por Agroempresario.com
En el marco de la Tercera Temporada del Ciclo Audiovisual “Comunicándonos en Agroempresario.com”, recibimos a Pablo Nardone, Consultor de Bioeconomía, en una entrevista exclusiva con Fernando Vilella, Director de Desarrollo Estratégico y Contenidos de Agroempresario.com. Durante el dialogo Nardone destacó que la bioeconomía es una de las principales apuestas para el futuro del campo argentino. Según sus palabras, "la bioeconomía no es una moda, es el futuro de la agricultura, una oportunidad única para generar valor agregado y alcanzar una sostenibilidad real".
La bioeconomía es un concepto cada vez más relevante en el ámbito agroindustrial, y Nardone la define como el aprovechamiento de los recursos biológicos renovables para generar productos y servicios que aporten valor agregado, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades. En este sentido, el consultor resaltó la importancia de la sostenibilidad dentro de este modelo económico.
"La bioeconomía está estrechamente vinculada con la sostenibilidad", afirmó Nardone. "No se trata solo de usar los recursos de forma eficiente, sino de asegurarnos de que nuestras prácticas sean regenerativas y que los productos que generemos aporten beneficios tanto al medio ambiente como a la economía local".
Uno de los pilares fundamentales de la bioeconomía es la producción de alimentos, biocombustibles, biomateriales y productos bioquímicos que provienen de recursos renovables, como la biomasa. En Argentina, esto representa un potencial enorme para aprovechar la vasta biodiversidad del país y diversificar los sectores productivos.
Argentina, como uno de los principales productores agrícolas del mundo, tiene una oportunidad única para convertirse en un líder global en bioeconomía. Según Nardone, el país ya tiene una sólida base para avanzar en esta dirección, con un sector agroindustrial que se caracteriza por su capacidad de adaptación y por la calidad de los productos que genera.
"Tenemos una gran ventaja competitiva: somos grandes productores de alimentos, de biocombustibles, y tenemos una biodiversidad que pocos países en el mundo pueden igualar", afirmó Nardone. "Ahora tenemos que concentrarnos en agregar valor a lo que producimos, utilizando la biotecnología, la innovación y la ciencia para llevar nuestros productos al siguiente nivel."
El consultor destacó que, para lograrlo, es fundamental una mayor integración entre el sector agrícola, la industria y la investigación. La creación de un ecosistema de innovación que fomente el desarrollo de tecnologías verdes y la mejora de los procesos productivos será clave para lograr el objetivo de una bioeconomía sustentable.
El concepto de valor agregado se posiciona como un eje central en el debate sobre el futuro de la agroindustria argentina. En este sentido, Nardone señaló que agregar valor a los productos primarios no solo implica una mayor rentabilidad para los productores, sino también una oportunidad para generar empleo de calidad, promover el desarrollo regional y mejorar la balanza comercial del país.
"El valor agregado es el gran desafío que tenemos como país. Necesitamos transformar los productos que exportamos, no solo para ganar más dinero, sino para diversificar la economía y generar nuevos puestos de trabajo", comentó el consultor. "Con la bioeconomía, tenemos la posibilidad de no solo exportar granos o materias primas, sino también productos con alto valor agregado, como bioproductos, alimentos procesados, bioplásticos, y más."
La creación de cadenas de valor en torno a productos biológicos puede abrir nuevas oportunidades para el sector agroindustrial argentino, tanto en el mercado local como en el internacional. De hecho, según Nardone, la demanda global de productos sostenibles y de bajo impacto ambiental está en auge, y Argentina tiene la capacidad de abastecer a este mercado si se enfoca en la innovación y en la sustentabilidad.
La sostenibilidad, que en los últimos años se ha convertido en uno de los principales retos para la humanidad, está también en el centro de la discusión sobre el futuro de la agroindustria. Para Nardone, la sostenibilidad no es solo un requisito ético, sino una necesidad para el desarrollo económico y la seguridad alimentaria a nivel global.
"La sostenibilidad es mucho más que un concepto ambiental. Es también una cuestión económica y social. La agricultura y la ganadería tienen que ser parte de una economía circular que garantice un equilibrio entre la producción, el consumo y la regeneración de los recursos naturales", explicó Nardone. "En este contexto, la bioeconomía tiene un papel fundamental, ya que promueve una producción más limpia, eficiente y menos dependiente de recursos fósiles."
El consultor también destacó que la bioeconomía está estrechamente vinculada con la innovación tecnológica. En este sentido, mencionó el avance de tecnologías como los cultivos transgénicos, la biotecnología y los bioprocesos, que permiten obtener productos con un menor impacto ambiental y una mayor eficiencia en el uso de los recursos.
A pesar de las oportunidades que la bioeconomía ofrece, Nardone reconoció que existen varios desafíos para su implementación efectiva en Argentina. Uno de los principales obstáculos es la falta de políticas públicas claras y consistentes que apoyen la transición hacia una economía más sostenible.
"Es fundamental que los gobiernos trabajen en conjunto con el sector privado y la academia para fomentar una visión de largo plazo en torno a la bioeconomía. Necesitamos políticas que promuevan la investigación, la innovación y la colaboración público-privada", afirmó.
Además, Nardone destacó la necesidad de mejorar la infraestructura tecnológica y la capacitación de los actores del sector agroindustrial para poder adoptar las nuevas tecnologías que la bioeconomía demanda. "La transición hacia una bioeconomía no es algo que se logre de un día para otro. Requiere inversiones en investigación, en capacitación y en desarrollo de nuevas tecnologías."
Nardone concluyó reafirmando que la bioeconomía representa una oportunidad única para Argentina. Para aprovechar este potencial, será necesario un compromiso conjunto entre los sectores público y privado, así como una visión estratégica de largo plazo que permita al país posicionarse como un líder global en sostenibilidad y valor agregado.
"La bioeconomía es un campo lleno de oportunidades, pero para aprovecharlas necesitamos actuar con visión, compromiso y determinación. Si lo hacemos, podemos transformar el agro argentino, generando valor agregado, sustentabilidad y desarrollo económico", finalizó Nardone.