Por Agroempresario.com
En la pintoresca localidad de Ingeniero Maschwitz, a tan solo unos pasos de la estación de tren, se encuentra Café Casa Tr3s, un proyecto que ha logrado fusionar historia, gastronomía y cultura en un mismo espacio. Ubicado en una antigua casona que data de 1890, el café se ha transformado en un punto de encuentro para vecinos y visitantes. Su arquitectura, que conserva la esencia de los antiguos almacenes de la zona, se mezcla con una propuesta moderna que incluye talleres, cursos y actividades culturales, convirtiéndolo en un refugio tanto para los amantes de la buena comida como para aquellos que buscan un lugar para conectarse con la comunidad.
La historia del lugar es fascinante. La casona, que fue el primer almacén de Ramos Generales en la región, mantiene su fachada amarilla con detalles vintage, mientras que su interior ha sido cuidadosamente renovado para ofrecer un ambiente acogedor y único. Según relata Valeria Moreda, socia del emprendimiento, "el lugar tiene una presencia imponente y mucha historia. Es un espacio que evoca recuerdos de generaciones pasadas y ahora se transforma en un refugio para los que buscan algo más que una simple cafetería".
El café, inaugurado por un grupo de padres de la escuela Waldorf "Clara de Asís", ha logrado posicionarse rápidamente como un referente en la zona, no solo por su propuesta gastronómica, sino también por su enfoque en la colaboración comunitaria. Tal como lo menciona Valeria, "valoramos el trabajo colaborativo como un cambio de paradigma que se aleja de la competencia y promueve la cooperación". La comunidad local juega un rol fundamental en este emprendimiento, con proveedores que incluyen desde panaderos y ceramistas hasta agricultores locales que suministran productos agroecológicos.
La propuesta gastronómica es otro de los atractivos que ofrece Café Casa Tr3s. Con una selección de desayunos, almuerzos y meriendas, el café destaca por su enfoque en ingredientes orgánicos y de calidad. Entre sus platos más populares se encuentran la lasaña vegetariana, el mbejú paraguayo y una variedad de pasteles y panes, como el budín de zapallo y jengibre. Como se detalla en la nota original de La Nación, "la pastelería del mostrador es una de las grandes estrellas, con productos elaborados por Hans, una destacada pastelería local".
Más allá de la comida, el café es un espacio cultural vivo. Además de ser un lugar ideal para disfrutar de una buena comida, ofrece actividades como talleres de canto, teatro, catas de vino y ferias de emprendedores. "Cada visita es parte de algo más grande", afirma Moreda, destacando el papel del café como un motor de actividades culturales que unen a la comunidad. A lo largo de los fines de semana, el lugar se llena de vida con eventos que promueven la creatividad y la interacción entre los vecinos.
Café Casa Tr3s se ha convertido en un símbolo de la transformación de Ingeniero Maschwitz, un espacio que no solo ofrece una experiencia gastronómica, sino que también fomenta el sentido de pertenencia y la cooperación. Tal como lo expresó Valeria Moreda en la entrevista original con La Nación, "creemos que el camino es colaborar y acompañarnos mutuamente". Un camino que, en este caso, ha logrado crear un puente entre lo antiguo y lo moderno, entre la tradición y la innovación, en un espacio que invita a todos a ser parte de una comunidad vibrante y en crecimiento.