Por Agroempresario.com
La Nelly, una parrilla emblemática de la costa de Vicente López, tiene una historia que se remonta a 1951, cuando el abuelo de Carlos Tuero, Alfonso De Dominicis, un inmigrante italiano, fundó el puesto en la playa de Olivos. En una reciente entrevista con La Nación, Carlos compartió detalles sobre los orígenes de este restaurante, su evolución y el legado que hoy sigue vigente, de la mano de su madre, Nelly, quien con 83 años continúa siendo parte fundamental del negocio.
"Mi mamá viene todos los días, almuerza acá, relojea todo, es como la titular emérita", dijo Carlos, quien hoy lidera el lugar que lleva el nombre de su madre. Fue ella quien se involucró profundamente en la parrilla desde joven, impulsada por un deseo personal de mantener la calidad de la comida sin delegar en nadie. "Era parrillera de verdad, hacía 3000 choripanes por fin de semana", recordó Carlos.
El restaurante, que comenzó como un modesto puesto en la playa, se trasladó en 1961 a su ubicación actual frente al puerto de Olivos. Con el paso de los años, La Nelly se transformó en un referente gastronómico que ha resistido el paso del tiempo, adaptándose sin perder su esencia. La calidad de sus platos, como la tira de asado, el ojo de bife y las empanadas a la parrilla, sigue siendo su carta de presentación, junto con una propuesta simple y casera que ha conquistado a generaciones de comensales.
Según Carlos, la clave del éxito de La Nelly es la combinación de "calidad de la comida, precios razonables, servicio al cliente, y un ambiente familiar y descontracturado". La parrilla no solo es un destino gastronómico, sino también un lugar lleno de historias, algunas tan particulares como la de un hombre que propuso matrimonio a su novia en este icónico restaurante.
A lo largo de los años, La Nelly se ha mantenido vigente no solo por la calidad de su oferta, sino por ser un espacio que continúa siendo el centro de la vida de la familia Tuero. Además, con la revitalización de la zona y la llegada de nuevos edificios y oficinas, La Nelly ha visto cómo su público se ha diversificado, recibiendo tanto a vecinos como a turistas de toda la zona norte y sur del conurbano bonaerense.
Hoy, La Nelly es más que una parrilla, es un símbolo de la tradición gastronómica argentina, con una historia de trabajo, amor y dedicación que sigue siendo el motor de la familia Tuero. Sin lugar a dudas, su secreto está en seguir fiel a sus raíces, mientras mantiene la puerta abierta a la innovación y la adaptación a los tiempos.