Por Agroempresario.com
El superávit fiscal continúa siendo uno de los pilares estratégicos del Gobierno, y las retenciones a las exportaciones desempeñan un papel central en alcanzar esta meta. En noviembre, la recaudación logró un incremento real del 4% interanual según estimaciones del IERAL, marcando un repunte tras cinco meses consecutivos de caídas en términos reales.
De acuerdo con la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), los derechos de exportación crecieron un 482,3% interanual en noviembre, acumulando una suba del 380,5% en el año. Este incremento, influido por factores como la mejora en las exportaciones y el salto del tipo de cambio, permitió que los ingresos fiscales por este concepto registraran un aumento real del 117,6% interanual.
El IERAL destacó que, sin considerar las retenciones ni el impuesto PAIS, que será eliminado en diciembre, el crecimiento real de la recaudación en noviembre habría sido del 2,7%. Por otro lado, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estimó que sin las retenciones, la suba habría quedado en un 1,7%.
El sector agroexportador tuvo un desempeño destacado en noviembre. Según la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), las liquidaciones del mes alcanzaron los 1.999 millones de dólares, un 99% más que el mismo período del año pasado. No obstante, esta cifra fue un 21% inferior al mes anterior, reflejando la estacionalidad típica de fin de año.
Este repunte se debe, en parte, a la recuperación de la producción agrícola tras la sequía del año pasado y al aumento del tipo de cambio, que incrementó la base imponible de las exportaciones. En noviembre, el dólar para exportadores agropecuarios pasó de $640 antes del cambio de Gobierno a $1.027, un salto significativo que favoreció la recaudación en términos reales.
Si bien los ingresos por retenciones fueron clave, el IERAL resaltó que la recaudación general entre enero y noviembre cayó un 6,1% en términos reales, debido a menores ingresos en otros rubros como bienes personales, impuestos internos y ganancias. Esto evidencia que, aunque las retenciones brindan un alivio fiscal importante, no compensan completamente la caída en otros ingresos.
El Gobierno, por su parte, ha reducido gradualmente la intensidad del ajuste del gasto público, que pasó de un recorte del 39,4% en enero al 28,9% en octubre, en un intento de equilibrar las cuentas sin frenar del todo la economía.
Con un dólar que se estabilizó en torno a los $1.027 y expectativas de una mayor liquidación de exportaciones en los próximos meses, el rol de las retenciones seguirá siendo clave para la estrategia fiscal. Sin embargo, el desafío será mantener el equilibrio en un escenario donde la sostenibilidad del superávit fiscal depende no solo de los ingresos por exportaciones, sino también de una política fiscal que fomente la inversión y el crecimiento económico.