Por Agroempresario.com
El 9.º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis reveló un aumento en las poblaciones de chicharritas en localidades del NEA y NOA, mientras que el Litoral experimentó un retroceso y las principales áreas maiceras del centro norte y sur de Argentina, junto a Uruguay, registraron prácticamente ausencia de estos insectos. Este monitoreo, que recopiló datos de 420 trampas entre el 23 de noviembre y el 6 de diciembre, destaca la necesidad de reforzar medidas preventivas para evitar su proliferación.
El informe señala que, en las zonas endémicas del NEA y NOA, el aumento era esperable debido a la falta de un vacío sanitario que elimine los maíces voluntarios. Factores como las lluvias, la temperatura y la presencia del hospedero (maíz y gramíneas de cobertura) favorecen el desarrollo de este vector, que es transmisor del achaparramiento del maíz, una enfermedad que afecta significativamente la producción del cereal.
En contraste, en el Litoral se registró un retroceso, con una ausencia del insecto en el 95% de las localidades monitoreadas. Mientras tanto, en el Centro Norte, Centro Sur y Uruguay, más del 97% de las localidades reportaron la inexistencia de Dalbulus maidis en las trampas cromáticas adhesivas, aunque ya hay cultivos tempranos y tardíos en desarrollo.
Para minimizar el impacto de la chicharrita, se recomienda intensificar los monitoreos, controlar los maíces voluntarios y, de ser necesario, adoptar medidas específicas de control. Además, se subraya la importancia de estrategias orientadas a prevenir el desarrollo del vector en maíces tardíos, que aún se encuentran en etapas iniciales de su ciclo.
Las trampas cromáticas adhesivas, utilizadas con éxito en países como Brasil, han sido destacadas como herramientas complementarias al monitoreo directo de los cultivos. Sin embargo, el informe advierte que los resultados de las trampas pueden tener un desfasaje temporal respecto a lo que ocurre en los cultivos cercanos, lo que refuerza la necesidad de implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP).
El MIP para Dalbulus maidis combina prácticas de monitoreo con medidas de control para reducir el impacto de este vector. Entre agosto y noviembre, se colectaron adultos en el NOA para determinar su porcentaje de infección mediante PCR, obteniendo valores entre 0 y 10%.
El informe concluye subrayando la importancia de un monitoreo riguroso y estrategias integradas que permitan minimizar los riesgos asociados a esta plaga en las zonas afectadas.