Por Agroempresario.com
El panorama para las empresas extranjeras en China, considerado favorable por el Consejo para la Promoción del Comercio Internacional de China, está lejos de ser tan positivo para muchos ejecutivos. A pesar de que el 90% de las empresas extranjeras reportan una experiencia "satisfactoria" o mejor, según una encuesta del organismo, la realidad es que las dificultades económicas y la creciente competencia local están afectando a muchas de ellas.
Un panorama contradictorio
El Consejo para la Promoción del Comercio Internacional, que depende del Ministerio de Comercio de China, asegura que la economía sigue siendo fuerte y que los mercados locales resultan atractivos para las inversiones extranjeras. Según un informe reciente, las perspectivas de las empresas extranjeras en China son "brillantes", con un entorno económico positivo que supuestamente facilita las operaciones. Sin embargo, varios ejecutivos de empresas multinacionales han manifestado públicamente que las dificultades en el país están aumentando. "Ahora es difícil justificar la inversión en China", señaló un ejecutivo de una empresa global, en referencia a la disminución de la rentabilidad.
Declive en las ventas
Las empresas occidentales que alguna vez vieron a China como un mercado en expansión están experimentando un declive en sus ventas. Las empresas estadounidenses y europeas que cotizan en bolsa, como Apple, Volkswagen y Starbucks, han visto reducciones en sus ingresos desde 2021. En 2023, casi la mitad de las empresas que reportan ventas trimestrales en China mostraron una caída en sus resultados, según un informe de la Cámara de Comercio Americana en Shanghái.
Por otro lado, las marcas locales están ganando terreno. Starbucks, por ejemplo, ha perdido participación frente a Luckin Coffee, un competidor chino que ofrece precios más bajos y que, en septiembre, contaba con 21,000 tiendas en China, tres veces más que las de Starbucks.
Retos económicos internos
El estancamiento económico de China ha influido considerablemente en este cambio de tendencias. La crisis inmobiliaria, que ha llevado a una caída en los precios de la vivienda, y la menor capacidad de gasto de los consumidores están afectando las expectativas del mercado. A pesar de los esfuerzos del gobierno chino para reactivar la economía, como la implementación de una política monetaria “moderadamente flexible”, las ventas siguen a la baja en sectores clave como la construcción y el consumo.
Competencia local y presiones geopolíticas
Además de los desafíos económicos, las empresas extranjeras también están luchando contra la feroz competencia local. Empresas chinas, como BYD en el sector automotriz y fabricantes de robots industriales, están superando a sus contrapartes extranjeras, ofreciendo productos más baratos y con tecnología de punta adaptada al mercado local. Los problemas de Apple en China, exacerbados por el lanzamiento de nuevos teléfonos inteligentes de Huawei, son un claro ejemplo de cómo los competidores locales están desafiando la supremacía de las marcas extranjeras.
A esto se suman las tensiones geopolíticas. La reciente imposición de restricciones de EE.UU. sobre las ventas de chips y herramientas para la fabricación de semiconductores a empresas chinas ha exacerbado la situación. En respuesta, China ha abierto investigaciones de competencia, como en el caso de Nvidia, lo que podría afectar aún más a las empresas estadounidenses que operan en el país.
Como advirtió Bo Zhengyuan, consultor de la firma Plenum, la presión deflacionaria está afectando tanto a las empresas extranjeras como a las locales en China. "El exceso de oferta en varias industrias ha dado lugar a guerras de precios feroces", comentó, señalando la dificultad de mantener márgenes de ganancia en un entorno tan competitivo.
Si bien las autoridades chinas siguen destacando las ventajas del mercado local, las empresas extranjeras se encuentran atrapadas entre un entorno económico desafiante, la competencia local creciente y las tensiones geopolíticas. Las perspectivas a corto plazo para muchas de estas empresas parecen poco prometedoras, y la pregunta de si seguirán siendo rentables a largo plazo en China sigue siendo incierta.
