Por Agroempresario.com
En el extremo sur de Villa Gesell, la Reserva Natural Faro Querandí se posiciona como un destino imperdible para quienes buscan conectarse con la naturaleza. Este paraíso de dunas costeras y playas vírgenes no solo protege ecosistemas únicos y especies en peligro, sino que también ofrece una experiencia ecoturística inolvidable.
El refugio es hogar de fascinantes especies como la lagartija de las dunas, la monjita dominica y el tucu-tucu costero, un roedor que excava bajo la arena. Aves marinas como gaviotas y ostreros habitan este espacio, mientras que de diciembre a abril, las especies migratorias playeras hacen de esta reserva un punto clave para observadores de aves.
Los Senecios: Un recorrido de 40 minutos que destaca la flora autóctona y las huellas de la fauna local.
Adesmia incana: De mayor dificultad, ofrece una perspectiva integral de la vegetación característica de la zona.
En el corazón de la reserva, el imponente Faro Querandí, con sus 54 metros de altura y más de un siglo de historia, no solo guía a navegantes, sino que también rinde homenaje a los pueblos originarios que dejaron una profunda marca cultural en la región.
El acceso a la reserva es exclusivamente en vehículos 4x4 desde Villa Gesell, Mar de las Pampas o Mar Azul. Es esencial respetar las normas de tránsito en playa para proteger la fauna y preservar el ecosistema. La reserva no cuenta con servicios, pero en las localidades cercanas se encuentra una amplia oferta de alojamiento y gastronomía.
La Reserva Faro Querandí no es solo un destino turístico, sino un espacio donde la biodiversidad y la conservación se entrelazan con la historia y el paisaje. Este rincón de la costa argentina invita a vivir una experiencia única en equilibrio con la naturaleza.