Por Agroempresario.com
Con la llegada del calor, cuidar el césped se vuelve una tarea crucial para mantenerlo saludable y verde. Sin embargo, muchas veces notamos que, a pesar de nuestros esfuerzos, el césped pierde su color y se vuelve amarillo o deslucido. Las altas temperaturas, la falta de agua, el exceso de riego y las plagas son solo algunas de las causas que pueden afectar la salud de tu jardín. A continuación, te compartimos algunas claves para mantener tu césped en óptimas condiciones durante los meses más cálidos.
Síntoma: El césped se pone pajizo y crujiente.
El aumento de la temperatura acelera la evaporación del agua, por lo que es fundamental asegurarse de que el césped reciba suficiente riego. Si notas que tu césped empieza a secarse, revisa el sistema de riego para asegurar que el agua llegue a todas las áreas. Además, con el calor, es recomendable aumentar tanto la cantidad como la frecuencia del riego.
Síntoma: El césped amarillea y pudre sus raíces.
Si bien la falta de agua es un problema conocido, el exceso también puede ser perjudicial. Un riego excesivo o la acumulación de agua por lluvias pueden asfixiar las raíces del césped, provocando su amarilleo y pudrición. Para evitarlo, reduce la frecuencia del riego y revisa posibles fugas en el sistema. Si las lluvias son constantes, mejorar el drenaje del jardín será crucial.
Síntoma: Círculos amarillos provocados por la orina de los perros.
La orina de los perros es rica en nitrógeno y, en alta concentración, puede dañar el césped. Para prevenirlo, limita las áreas donde las mascotas pueden hacer sus necesidades o, si es posible, adiestra a tus animales para que lo hagan en un área específica del jardín. Otra opción es regar las zonas afectadas para diluir la orina.
Síntoma: Césped seco y espaciado.
Un error común es cortar el césped demasiado bajo. Aunque puede parecer una buena forma de mantenerlo bajo control, cortar más de un tercio de la altura del césped puede debilitarlo y hacerlo más susceptible a las plagas y al estrés por calor. Para mantener un césped saludable, asegúrate de cortar a la altura correcta, sin dejarlo demasiado corto.
Síntoma: Césped debilitado por insectos o enfermedades fúngicas.
Las infestaciones de plagas, como los grillos topo, y enfermedades fúngicas, como la roya o el fusarium, pueden dañar gravemente el césped. Si notas manchas decoloradas o áreas muertas, es posible que estés enfrentando uno de estos problemas. En estos casos, es recomendable aplicar productos sistémicos específicos para tratar las plagas y enfermedades.
En conclusión, el cuidado adecuado del césped en verano requiere atención y acción ante diversos problemas que pueden afectarlo. Con un riego equilibrado, un buen manejo de las mascotas y el control de plagas y cortes, podrás mantener tu jardín verde y saludable incluso en los días más calurosos.