Por Agroempresario.com
India, con más de 1.400 millones de habitantes, se ha consolidado como una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. A medida que el país se moderniza y urbaniza rápidamente, se perfilan enormes oportunidades para las exportaciones argentinas, especialmente en el sector agroindustrial. En los últimos años, la India ha emergido como el principal demandante global de aceites vegetales, un área donde Argentina juega un papel clave.
El intercambio comercial entre ambos países ha sido altamente favorable para Argentina, alcanzando en 2024 un superávit de más de 2.200 millones de dólares. A pesar de la crisis de sequía en 2023, que afectó las exportaciones, la demanda de aceites vegetales sigue siendo una constante, con la India absorbiendo casi el 50% de las exportaciones de aceite de soja y girasol.
Además de los aceites, los analistas ven un potencial creciente en otros productos, como biocombustibles, lácteos y alimentos con certificación Halal, que están ganando espacio en el mercado indio. También se vislumbran oportunidades en frutas, nueces y productos avícolas, sectores que podrían beneficiarse de la tendencia hacia patrones de consumo occidentales en India.
Por otro lado, la reciente exportación de petróleo desde Vaca Muerta hacia India abre nuevas perspectivas para el sector energético, con la estatal Bharat Petroleum Corp Ltd ampliando su capacidad de refinación y diversificando sus fuentes de suministro.
Con un crecimiento proyectado del PIB del 6,5% anual hasta 2034, India se perfila como el principal motor económico mundial, y Argentina, con sus productos agroindustriales, tiene una oportunidad de oro para consolidar su presencia en este mercado clave. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, será necesario mejorar la competitividad y abordar los desafíos derivados de la política económica y la presión fiscal interna.