Por Agroempresario.com
El maíz, un pilar fundamental de la agricultura argentina, se encuentra en una posición favorable en el mercado, alcanzando precios que no se veían desde marzo de 2022. Sin embargo, la situación es compleja, ya que los derechos de exportación y las condiciones climáticas adversas plantean desafíos significativos. A medida que el mercado global se ajusta, el maíz argentino se adapta a un esquema de precios más atractivo, impulsado por una serie de factores que merecen atención.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha publicado su informe de enero, sorprendiendo al mercado con recortes en rendimientos, producción y existencias finales de maíz. Este informe marca la séptima reducción consecutiva en las existencias finales, lo que refleja una combinación de menores rindes y una mejora en las exportaciones. El maíz estadounidense se presenta como una opción competitiva en el mercado internacional, lo que ha llevado a ventas semanales que superan las expectativas, generando un impacto positivo en los precios.
Desde los mínimos de septiembre de 2024, el maíz ha acumulado una ganancia significativa de aproximadamente USD 31, lo que representa un aumento del 20%. Esta recuperación es un indicativo de la resiliencia del mercado, a pesar de las complicaciones climáticas que enfrenta Argentina, uno de los principales exportadores de maíz a nivel mundial.
A pesar de la tendencia alcista en los precios, las condiciones climáticas en Argentina plantean un desafío importante. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires ha reducido la condición climática de los lotes de maíz, pasando de un 42% a un 39% en la categoría de bueno-excelente. Un 14% de los lotes se clasifican como pobres a muy pobres, lo que indica un panorama complicado para los productores.
Los analistas sugieren que un aumento de precios por encima de los 196 dólares requerirá retrasos en la siembra en Brasil, algo que ya está ocurriendo. Las lluvias excesivas en Mato Grosso están complicando la cosecha de soja y retrasando la siembra del maíz safrinha, lo que podría tener repercusiones en el mercado global.
El Consejo Internacional de Granos (IGC) ha revisado a la baja su pronóstico de producción mundial de maíz para 2024/25, reduciendo su estimación en 6 millones de toneladas, lo que refleja en gran medida la situación en Estados Unidos. Además, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha disminuido su proyección de cosecha para 2024/25 a 48 millones de toneladas, un 7% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
En este contexto, los precios del maíz han comenzado a escalar en el mercado local. Desde los mínimos de diciembre pasado, el precio disponible por maíz ha aumentado un 16%, alcanzando valores máximos desde junio de 2024. La curva de futuros también muestra un incremento, situándose USD 16/t por encima del último mínimo de diciembre.
A medida que los precios del maíz se recuperan, el tipo de cambio financiero también ha influido en el mercado. Desde el año pasado, las cotizaciones del dólar en el mercado CCL han caído en términos reales, alcanzando niveles mínimos en más de siete años. Este fenómeno ha llevado a que el precio del maíz, expresado en dólares CCL, alcance los niveles más altos desde marzo de 2022, situándose en USD 172/t.
Durante diciembre, el mercado local experimentó un repunte en las transacciones de maíz, impulsado por una dinámica exportadora robusta. Los despachos de maíz argentino al mundo alcanzaron 2,5 millones de toneladas, el mayor volumen para diciembre desde que se tienen registros. Sin embargo, el déficit hídrico en la región núcleo de Argentina sigue siendo un factor que afecta tanto los precios como el flujo de negocios.
A pesar de los desafíos, las compras en el mercado doméstico superaron en diciembre los volúmenes de los tres meses anteriores, con 3 millones de toneladas vendidas. Esto refleja una respuesta a la mejora en los precios internacionales y a las condiciones comerciales pactadas. La comercialización actual se encuentra en línea con el promedio de campañas anteriores, con casi 41 millones de toneladas de maíz ya vendidas y menos de 12 millones de toneladas por negociar.
Mirando hacia el futuro, dos factores sobresalen en el panorama del maíz. En el ámbito internacional, las políticas comerciales de Donald Trump podrían influir en el mercado, mientras que a nivel regional, la evolución del déficit hídrico en Argentina y el exceso de lluvias en Brasil son elementos cruciales a considerar. La incertidumbre en estos factores mantiene en vilo a los productores y comerciantes.