Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino ha decidido implementar un recorte temporal en los derechos de exportación, lo que resultará en una significativa pérdida de recaudación fiscal, equivalente a un 0,13% del Producto Bruto Interno (PBI). Esta medida, que se espera sea oficializada mediante un decreto, generará un costo fiscal de aproximadamente 800 millones de dólares, lo que representa casi la mitad del superávit financiero proyectado para 2024. En medio de un contexto crítico para el sector agropecuario, el ministro de Economía, Luis Caputo, intensificará la presión sobre los gobernadores e intendentes para que apliquen sus propios recortes impositivos.
La baja de las retenciones a productos del agro se anunció en un momento clave, a solo dos semanas de una reunión programada entre Caputo y la Mesa de Enlace agropecuaria. Esta última había solicitado una reducción inmediata de los derechos de exportación, argumentando que la situación del sector es crítica. Según estimaciones de economistas, la medida costará al Estado un 0,13% del PBI, lo que equivale a menos de la mitad del superávit financiero esperado para 2024, que es del 0,3% del PBI.
Caputo indicó que para eliminar completamente los derechos de exportación, el país necesitaría contar con un superávit de 8.000 millones de dólares. La decisión de reducir las retenciones se da en un contexto donde el Gobierno busca mejorar la recaudación de impuestos coparticipables, lo que podría beneficiar a las provincias a través de mayores transferencias automáticas.
El ministro de Economía no solo se centró en la baja de retenciones, sino que también hizo hincapié en la necesidad de que las provincias y municipios revisen su estructura impositiva. “Sería bueno que todas las exigencias o reclamos se concentren a nivel de provincias y municipios”, afirmó Caputo, sugiriendo que el recorte en derechos de exportación podría llevar a un aumento en la recaudación de impuestos provinciales.
Esta presión sobre los gobernadores se produce en un momento en que el sector agropecuario enfrenta desafíos significativos, como la caída de los precios internacionales de la soja, que promediaron 361 dólares por tonelada en diciembre de 2024, un 27% por debajo del promedio de los últimos 20 años.
Desde su restablecimiento en 2002, los derechos de exportación han representado un porcentaje considerable de los recursos tributarios del gobierno nacional, variando entre el 2,6% y el 13,4% de los ingresos totales. En 2024, se estima que estos derechos aportarán entre el 1% y el 1,1% del PBI. La Fundación Mediterránea advirtió que, en un contexto que demanda esfuerzos de sustentabilidad fiscal, la eliminación de las retenciones se presenta como un desafío.
El impacto en la carga tributaria será notable, especialmente en la zona núcleo, donde los derechos de exportación representarán el 44% de la carga tributaria total en 2025. Para la zona extrapampeana, esta cifra alcanzará el 57%. La Mesa de Enlace ha solicitado una reunión con Caputo para discutir un “alivio fiscal inmediato”, enfatizando la necesidad de un esquema impositivo más equilibrado que contemple las particularidades de las economías regionales.
El Gobierno ha decidido anticipar el anuncio de la baja de retenciones, que fue trabajada desde fines de 2024 en el Ministerio de Economía. Se espera que el decreto que formalizará estos cambios se publique el lunes, coincidiendo con la entrada en vigencia de las nuevas alícuotas.
Para avanzar en una disminución adicional de los impuestos, el Ejecutivo considera que sería necesario un incremento en la recaudación tributaria equivalente a más de un punto del PBI en 2025, alineado con un repunte de la actividad económica. Según proyecciones del Ministerio de Economía, un crecimiento del PBI del 5% en 2025 podría generar una recaudación adicional de hasta 1,2 puntos del PBI.
Sin embargo, el consenso del mercado, reflejado en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), anticipa una expansión superior al 4%. “Va a ser un proceso, no tenemos el superávit para hacerlo. No podemos comprometer el esfuerzo de todos los argentinos para llegar adonde hemos llegado”, planteó Caputo.
La situación del sector agropecuario es crítica, y diversos informes han señalado que los precios internacionales de los productos agrícolas están en niveles bajos. La Fundación Mediterránea destaca que los precios de la soja están en su nivel más bajo desde 2006, lo que ha impactado negativamente en el poder adquisitivo de los productores.