Soja: ROSARIO
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Maíz: ROSARIO
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Trigo: ROSARIO
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Por Agroempresario.com
En el norte patagónico, la Chacra Aapresid VINPA sigue demostrando que la producción agropecuaria en ambientes desafiantes no solo es posible, sino que puede romper récords. En particular, los cultivos de maíz y soja se destacan en estos ambientes, donde se implementa tecnología avanzada y prácticas innovadoras que optimizan el uso de recursos como el agua y los nutrientes. En una región donde las temperaturas extremas y las condiciones climáticas adversas son constantes, las estrategias de manejo integradas, como el uso de cultivos de servicios, juegan un papel crucial en el éxito de los rendimientos.
Un aspecto clave que ha permitido a la Chacra VINPA obtener rendimientos excepcionales en maíz es el manejo eficiente de la fertilización nitrogenada. En este sentido, la inclusión de Vicia villosa, un cultivo de servicios que actúa como antecesor del maíz, ha mostrado ser una solución innovadora y económica. Durante la última campaña, los ensayos en la chacra alcanzaron rendimientos impresionantes de 15.250 kg/ha, con picos de hasta 19.500 kg/ha en microparcelas. Lo más sorprendente fue la respuesta del maíz en cultivos que no recibieron fertilización nitrogenada adicional, pero que habían sido precedidos por cinco años de rotación con vicia.
En estos ensayos, los rendimientos alcanzaron entre 11 y 12 toneladas por hectárea sin necesidad de aplicar fertilizante, lo que demuestra el efecto residual del nitrógeno biológico acumulado por la vicia. Este aporte de nitrógeno biológico, que se transfiere al suelo a través de la fijación simbiótica con bacterias, resulta fundamental para satisfacer gran parte de los requerimientos de nitrógeno del maíz, sin recurrir a fertilizantes químicos adicionales.
A pesar de los impresionantes resultados obtenidos sin fertilización, los ensayos también revelaron que los rendimientos más altos se lograron cuando los niveles de nitrógeno disponible, tanto del suelo como de la fertilización, rondaron los 290-300 kg/ha. Este hallazgo resalta la importancia de combinar el nitrógeno biológico con un manejo adecuado de fertilización para maximizar el rendimiento de los cultivos. Aunque la vicia contribuye de manera significativa al suministro de nitrógeno, los maíces mejoraron aún más con el aporte de fertilizante convencional, lo que demuestra que los cultivos de servicios no reemplazan, sino que complementan las prácticas tradicionales de fertilización.
Además de la rotación con vicia, la Chacra VINPA ha liderado ensayos sobre el uso de fertilizantes foliares y bioestimulantes, probando su eficacia para corregir deficiencias nutricionales en etapas críticas del maíz. Los resultados obtenidos en estos ensayos fueron sorprendentes, ya que algunos productos aumentaron los rendimientos entre un 12 y un 13% en comparación con el testigo, principalmente gracias a un mayor número de granos por espiga y por metro cuadrado. Estos resultados son aún más destacables cuando se consideran las condiciones de ambientes de alto potencial productivo, donde los micronutrientes pueden limitar el desarrollo de los cultivos.
Los fertilizantes foliares se han mostrado como una herramienta eficaz para corregir deficiencias nutricionales en momentos cruciales del ciclo del maíz, como entre las etapas V4 y V6, lo que aumenta la eficiencia de la nutrición sin sobrecargar el sistema radicular. Esta práctica es especialmente valiosa en zonas donde el uso eficiente de los recursos es fundamental para maximizar los rendimientos.
En un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad y el manejo eficiente de los recursos, la Chacra VINPA demuestra cómo los cultivos de servicios como la vicia villosa pueden mejorar la salud y estructura del suelo, además de aportar nitrógeno de manera natural. La inclusión de estos cultivos en la rotación no solo reduce la dependencia de fertilizantes sintéticos, sino que también contribuye a la reducción de costos y al aumento de la sostenibilidad del sistema.
Sin embargo, los beneficios de la vicia no son absolutos. Las condiciones climáticas extremas, como la helada tardía ocurrida en diciembre de 2023, afectaron el desarrollo del maíz entre las etapas V2 y V4, lo que causó una mayor variabilidad en los rendimientos. Aunque la cobertura del cultivo de servicios es una ventaja para la retención de agua en el suelo y la protección contra la erosión, también puede intensificar la competencia por recursos, lo que reduce el rendimiento en condiciones climáticas desfavorables.
Los ensayos realizados en la Chacra VINPA subrayan el impacto positivo de combinar diferentes estrategias de nutrición y manejo para maximizar los rendimientos del maíz en ambientes de alto potencial. El uso de cultivos de servicios, como la vicia, se presenta como una herramienta clave para mejorar la eficiencia del sistema productivo, especialmente en términos de nutrición de nitrógeno. Al mismo tiempo, los fertilizantes foliares y bioestimulantes proporcionan un complemento ideal para corregir deficiencias específicas en momentos críticos del ciclo del cultivo.
En conjunto, estas prácticas no solo contribuyen a la rentabilidad de los productores, sino que también apoyan la sostenibilidad de los sistemas agrícolas, permitiendo un uso más eficiente de los recursos naturales y reduciendo la dependencia de insumos externos. De esta manera, los productores del norte patagónico están demostrando que es posible lograr altos rendimientos de maíz en condiciones difíciles, sin comprometer el futuro del suelo ni los recursos hídricos.
