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En un firme comunicado emitido por Mercado Libre, su CEO, Marcos Galperin, se sumó al creciente reclamo contra el aumento de las cargas impositivas, en particular el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB), en provincias como Santa Fe y otras del país. Para Galperin, esta medida afecta no solo a las grandes empresas, sino también a miles de pymes y comercios, poniendo en riesgo su sostenibilidad y crecimiento en un momento clave para la economía local.
El líder de Mercado Libre, la plataforma de comercio electrónico más importante de América Latina, expresó que este impuesto, que grava el total facturado en lugar de las ganancias netas, genera un efecto “cascada” que encarece productos y servicios, afectando a consumidores y pequeños comerciantes. “Este tipo de impuestos injustos no solo aumentan los costos operativos, sino que también frenan el crecimiento de los comercios, obligándolos a asumir costos administrativos innecesarios”, dijo Galperin en su declaración.
Desde la empresa, aseguran que el impacto es mucho más amplio. Además de encarecer productos, la suba de los impuestos afecta directamente a las familias, pymes y productores que dependen de una economía local más ágil y menos gravada. “Desde Mercado Libre creemos que es hora de reducir la carga impositiva y priorizar a las familias y comercios para que la economía crezca de manera saludable. Esta reforma fiscal no solo afecta a los que producen y venden, sino también a los consumidores, que ven cómo los precios aumentan sin que haya un correlato en el aumento de los ingresos”, agregó Galperin.
El reclamo de Mercado Libre también ha contado con el apoyo de otras empresas tecnológicas, como Ualá, cuyo CEO, Pierpaolo Barbieri, también se mostró en desacuerdo con la suba de impuestos en las provincias. Barbieri publicó en sus redes sociales: “Me parece absolutamente loco que haya provincias que SUBAN Ingresos Brutos para billeteras, como si quisieran desincentivar la digitalización e incentivar el trabajo en negro”. Esta postura refleja una preocupación común dentro del ecosistema tecnológico y fintech, que advierte sobre los efectos negativos de un sistema fiscal cada vez más pesado.
La Cámara Argentina Fintech, que agrupa a grandes actores del sector digital, también alzó su voz contra la creciente presión tributaria. Según la entidad, el aumento de Ingresos Brutos y otras cargas fiscales sobre los pagos digitales y servicios financieros está afectando la expansión de herramientas tecnológicas que fomentan la inclusión financiera. “El único freno a la digitalización de la economía es el peso fiscal que se aplica sobre las personas y comercios que optan por pagar o cobrar con medios electrónicos”, destacó la cámara en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, también se mostró crítico respecto a la suba de impuestos en las provincias y advirtió sobre la necesidad de un esfuerzo conjunto entre el gobierno nacional y los sectores privados. “Es importante que el sector privado comience finalmente a exigirle a provincias y municipios que se sumen al esfuerzo que hace Nación”, publicó Caputo en su cuenta de Twitter.
Desde el sector empresarial, la preocupación es clara: el aumento de los impuestos no solo incrementa los costos de operación, sino que también desalienta la inversión, especialmente en un contexto económico de alta incertidumbre. “Las herramientas que brindan las plataformas de pago y los servicios digitales han demostrado ser accesibles, de uso sencillo y de adopción masiva. Sin embargo, la carga tributaria está poniendo en riesgo el acceso a estas soluciones y, en consecuencia, el crecimiento del comercio digital”, afirmó Galperin.
El impacto también se extiende a las pequeñas empresas y comercios que dependen de plataformas como Mercado Libre para vender sus productos. Con impuestos más altos, muchos de estos negocios enfrentan dificultades para mantenerse a flote y seguir operando con márgenes reducidos. Galperin subrayó que, en un entorno de altas tasas impositivas, los comercios se ven obligados a trasladar esos costos al consumidor final, lo que podría perjudicar tanto a los productores como a los compradores.
Además, la reforma fiscal reciente, que ha visto aumentos de hasta el 9% en algunos servicios de pago, ha generado un debate sobre la sostenibilidad de las políticas fiscales. Para las empresas del sector tecnológico, el crecimiento de la digitalización está siendo “frenado” por una serie de medidas que no solo dificultan la operatividad, sino que también limitan el acceso a soluciones que podrían dinamizar la economía.
En definitiva, el reclamo de Galperin y Mercado Libre es parte de un debate más amplio sobre la necesidad de reformar el sistema impositivo argentino, de manera que permita a los sectores productivos, en particular a las pymes y comercios locales, seguir creciendo y generando empleo. El desafío será encontrar un equilibrio entre la necesidad de financiar el gasto público y la viabilidad de los negocios en un entorno económico tan complejo como el actual.