Por Agroempresario.com
El Gobierno de Argentina estaría a punto de anunciar la postergación del inicio del sistema de identificación electrónica obligatoria para el ganado bovino, previsto para el 1° de marzo de 2025. La causa principal de esta medida sería la imposibilidad de la empresa encargada de proveer los dispositivos electrónicos, el consorcio suizo Datamars, de cumplir con los plazos exigidos para la entrega de las caravanas electrónicas.
Según fuentes cercanas al proceso, Datamars no podrá cumplir con la entrega de la cantidad necesaria de dispositivos electrónicos dentro del plazo estipulado, lo que ha llevado a la caída de la licitación adjudicada a la firma. En este contexto, el Gobierno ha optado por suspender el inicio de la implementación del sistema para evitar complicaciones operativas a los productores ganaderos, especialmente en una época sensible como la de destete.
La noticia fue confirmada por fuentes oficiales que señalaron que el Ejecutivo se encuentra trabajando activamente para resolver esta situación y garantizar que los ganaderos no enfrenten inconvenientes con los traslados y movimientos de hacienda. El objetivo es mantener el proceso de implementación del sistema sin generar trastornos adicionales a los productores, quienes ya se han mostrado preocupados por los posibles impactos de la medida.
El nuevo sistema de trazabilidad obligatoria para el ganado, que incluiría la identificación electrónica de los animales a través de dispositivos llamados “caravanas electrónicas”, fue anunciado oficialmente por el Gobierno el 17 de octubre de 2024, mediante la resolución 71 de la Secretaría de Agricultura, a cargo de Sergio Iraeta. Esta medida tiene como finalidad reemplazar el sistema de trazabilidad manual y analógica vigente por una herramienta más precisa y moderna, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y cumplir con los requisitos exigidos por mercados internacionales.
Originalmente, la puesta en marcha del sistema estaba prevista para el 1° de marzo de 2025, comenzando con la identificación electrónica obligatoria para cada ternero en su primer movimiento o destete. Desde esa fecha, los ganaderos debían comenzar a aplicar los dispositivos a los terneros al momento de su destete o al realizar su primer movimiento fuera de la finca. La implementación sería gradual, extendiéndose hasta el 1° de julio de 2026, cuando la medida se volvería obligatoria para todo el rodeo nacional, compuesto por más de 53 millones de cabezas de ganado.
Para llevar a cabo esta iniciativa, el Gobierno adjudicó una licitación internacional a la empresa suiza Datamars, que debía proveer los dispositivos electrónicos a un costo de 0,88 dólares por unidad para las regiones 1 a 9, y 0,91 dólares para las regiones 10 y 11. La firma también tenía que entregar 800 bastones lectores a un costo de 375 dólares cada uno, que serían utilizados para escanear los dispositivos en los puntos de control.
Las regiones en las que se dividiría la distribución de los dispositivos fueron definidas en función de la cantidad de cabezas de ganado que habitan en cada una de ellas. Algunas de las regiones con mayores cantidades de dispositivos requeridos incluyen Buenos Aires Sur (4,28 millones de dispositivos), Buenos Aires Norte (4,05 millones), Santa Fe (2,55 millones), Entre Ríos (2,32 millones), y Córdoba (1,84 millones), entre otras.
El sistema de trazabilidad electrónica no solo tiene como fin mejorar la precisión del seguimiento del ganado, sino también satisfacer las exigencias de mercados internacionales, como Japón, que actualmente solo importa carne argentina proveniente de la región sur de la Patagonia. A través de este sistema, el país pretende abrir su oferta exportable a todo el territorio nacional, lo que podría significar un aumento considerable en la demanda de carne argentina en mercados clave.
Sin embargo, según información obtenida por LA NACION, la firma Datamars no podrá cumplir con los plazos establecidos para entregar los dispositivos en las cantidades requeridas. El Gobierno le había solicitado que entregara 10.874.010 dispositivos electrónicos en un plazo de 10 a 15 días, pero la empresa consideró que este plazo era excesivamente corto. Además, Datamars destacó que el pliego de la licitación no especificaba una fecha exacta de entrega de los dispositivos, sino que se hablaba de volúmenes a entregar a lo largo del primer cuatrimestre del año.
En su respuesta, la compañía suiza también señaló que las fechas originalmente establecidas en la licitación se habían ido posponiendo debido a factores ajenos a su voluntad. Además, argumentaron que, en otros países, los plazos de entrega de productos similares suelen ser mucho más flexibles, con entregas que se realizan semanalmente o incluso mensualmente.
La firma también cuestionó algunos aspectos de la organización del proceso, como el método de confirmación de la entrega de las caravanas a los ganaderos, el procedimiento de entrega y, lo que es más importante, los términos de pago. Según la empresa, el Gobierno no se había expedido de manera clara sobre estos puntos, lo que complicaba la ejecución del convenio marco.
A pesar de estos inconvenientes, la empresa Carreteles Rafaela SA, encargada de proveer los bastones lectores, no habría tenido problemas para cumplir con su parte del contrato y ya se encuentra lista para entregar los equipos en el tiempo estipulado.
La resolución 71 establece que, a partir del 1° de marzo de 2025, todos los ganaderos deberán identificar electrónicamente a sus terneros al momento de su destete o primer movimiento, con el objetivo de garantizar la trazabilidad individual de cada animal. A partir de esa fecha, todos los movimientos de los animales de las categorías bovinos, bubalinos y cérvidos deberán ser registrados electrónicamente.
La postergación del inicio de este sistema obligatorio afectará a los ganaderos, quienes se habían preparado para su implementación, pero también les permitirá ajustar sus procesos logísticos y operativos para cumplir con la nueva normativa una vez que se resuelvan los problemas con los proveedores de dispositivos.
En conclusión, la postergación del inicio de la implementación del sistema de identificación electrónica obligatoria para el ganado parece ser inminente, debido a los inconvenientes con la entrega de los dispositivos electrónicos. El Gobierno de Argentina trabaja para encontrar una solución a esta situación y asegurar que los productores ganaderos no enfrenten problemas operativos. A medida que la situación se resuelva, se podrá determinar una nueva fecha para la implementación del sistema, que promete ser clave para la trazabilidad y la competitividad del sector ganadero argentino en los mercados internacionales.