Por Agroempresario.com
Ante la creciente amenaza de incendios forestales en la región mesopotámica, el Sistema Nacional de Manejo del Fuego ha redoblado esfuerzos con el despliegue de aeronaves especializadas en la lucha contra el fuego. En un escenario marcado por el calor extremo y un considerable nivel de material combustible seco, Entre Ríos, Corrientes y Misiones recibieron cuatro aviones hidrantes para reforzar las tareas de mitigación y respuesta ante los incendios activos.
En Entre Ríos, la aeronave hidrante AT 8T ha quedado ubicada en el aeroclub de Concordia, desde donde operará durante toda la temporada estival. La recepción del avión contó con la presencia de autoridades provinciales como el director de Ordenamiento Territorial y Áreas Naturales, Pablo Aceñolaza, quien destacó el trabajo conjunto entre los gobiernos provinciales, el gobierno nacional, organizaciones ambientalistas y productores forestales. La colaboración, bajo la coordinación de la Asociación de Colaboración Empresarial (ACE), tiene como objetivo garantizar una respuesta más rápida y eficiente frente a los focos de incendio que amenazan tanto a las comunidades como a los ecosistemas de la región.
El coordinador del operativo, César Gómez, subrayó la importancia de la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. "La disponibilidad combinada de los medios aéreos proporcionados por el sistema nacional permitirá una acción de combate más rápida y eficaz", aseguró Gómez. Estas aeronaves desempeñan un papel clave en un contexto de condiciones climáticas extremadamente adversas, con temperaturas elevadas, baja humedad y una gran acumulación de material altamente inflamable.
En Corrientes, la situación también es crítica, con vastas áreas rurales afectadas por incendios, principalmente en Mercedes, Curuzú Cuatiá y Paso de los Libres. Según la Defensa Civil de la provincia, en lo que va del año se registraron más de 620 focos de incendio. A pesar de los esfuerzos de los brigadistas y el apoyo de aviones hidrantes, el riesgo sigue siendo elevado, especialmente en localidades como Tatacuá y Paso de los Libres, donde las condiciones climáticas complican la tarea de extinción.
En respuesta a la emergencia, el gobierno de Entre Ríos ha implementado una prohibición de quemas hasta el 15 de febrero. Quienes incumplan esta normativa podrían enfrentarse a multas significativas y denuncias penales, dado que las quemas ilegales agravan el riesgo de incendios y representan una grave amenaza para la seguridad pública y el medio ambiente.
Las autoridades locales hicieron un llamado a la población para que extremen las precauciones y colaboren activamente en la prevención de nuevos focos de incendio. La situación sigue siendo delicada, y el trabajo conjunto entre la población, los brigadistas y los medios aéreos será crucial para mitigar los efectos de los incendios forestales.