Con la participación de más de 70 ministros y altos cargos, la sesión culminó con una declaración conjunta que pone de relieve el papel clave de la bioeconomía para enfrentar los desafíos globales.
Uno de los temas centrales de la conferencia fue abordar la sostenibilidad en el uso de biomasa para garantizar la seguridad alimentaria mundial. Planas enfatizó la necesidad de reforzar la innovación, mejorar la comunicación y establecer condiciones justas en términos sociales, ecológicos y económicos. Estos pilares son esenciales para que la bioeconomía circular trascienda como una solución integral frente a la crisis climática y los retos de producción.
En su intervención, Planas subrayó los esfuerzos de España por liderar la transformación agroalimentaria a través de la bioeconomía. Ejemplos clave incluyen:
-Incentivos económicos y regulaciones: El gobierno español ha implementado normativas que promueven la innovación y la colaboración entre investigadores, empresas y productores.
-Digitalización y robotización: Estas tecnologías están modernizando las explotaciones agroalimentarias, optimizando recursos y aumentando la competitividad.
-Uso de fertilizantes orgánicos avanzados y bioestimulantes: Un enfoque que prioriza la sostenibilidad sin comprometer la productividad.
-Aguas regeneradas: España lidera el empleo de fuentes de agua no convencionales para la producción agroalimentaria.
El ministro reveló que el país ha impulsado más de 700 proyectos de innovación en el sector agroalimentario. Además, anunció una próxima convocatoria en 2025 para financiar proyectos innovadores con un presupuesto superior a los 46 millones de euros. Esta inversión se suma al plan de modernización de regadíos sostenibles, el más ambicioso en la historia de España, que destinará 2.400 millones de euros para modernizar más de 700.000 hectáreas.
Planas destacó iniciativas innovadoras que ilustran el potencial transformador de la bioeconomía. Entre ellas:
-Microalgas como bioestimulantes: Un avance que mejora la productividad agrícola de manera sostenible.
-Aprovechamiento energético de deyecciones ganaderas: Un modelo de economía circular que reduce la huella de carbono.
-Uso de huesos de aceituna para productos sostenibles: Un ejemplo de cómo transformar residuos en recursos valiosos.
-Bioplásticos y químicos sostenibles: Empresas emergentes están liderando el camino hacia una industria más verde.
El ministro también subrayó el impacto del regadío sostenible en la bioeconomía circular. Al aprovechar aguas reutilizadas y desaladas, España está demostrando que la modernización del regadío no solo mejora la eficiencia hídrica, sino que también contribuye significativamente a la sostenibilidad agroalimentaria.
Planas hizo un llamado a revisar las normativas que limitan la innovación en bioeconomía. Destacó la importancia de aprovechar residuos y explorar las Nuevas Técnicas Genómicas (NTG) para desbloquear el potencial de la biotecnología en el sector agroalimentario.
El impacto de la bioeconomía circular trasciende el ámbito ambiental. Planas enfatizó su potencial para revitalizar las zonas rurales, generando empleo y fortaleciendo las economías locales. “La bioeconomía no solo es una respuesta al cambio climático, sino una oportunidad para el progreso equitativo”, concluyó.
BioEconomia.info