Por Agroempresario.com
En el norte de Argentina, entre montañas y con aguas termales, se encuentra un pequeño pero fascinante pueblo: Villa La Punta, en Santiago del Estero. Alejado de los destinos más conocidos como Tilcara o Merlo, este rincón escondido ofrece el refugio perfecto para quienes buscan desconectar del bullicio turístico y disfrutar de un entorno natural único. Con su combinación de tranquilidad, historia y paisajes impresionantes, Villa La Punta es el destino ideal para una escapada relajante.
Situada a unos 80 kilómetros de la capital santiagueña, esta localidad se caracteriza por su serenidad y la belleza de su entorno montañoso. La cercanía a un famoso embalse con aguas termales le otorga un atractivo adicional, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de disfrutar de un baño refrescante en un spa natural, ideal para los días calurosos del verano.
La historia de Villa La Punta está marcada por la actividad agrícola y ganadera de las familias que se asentaron en la zona. En sus primeros años, la cría de ganado y el cultivo de maíz y algodón fueron las principales actividades económicas, favorecidas por la fertilidad del suelo y la proximidad de fuentes de agua. Con el paso del tiempo, la comunidad creció y diversificó sus actividades, atrayendo poco a poco a turistas, pero sin perder esa esencia de tranquilidad que caracteriza al pueblo.
Un hito importante en la historia del lugar fue la construcción del ferrocarril, que conectó varias localidades cercanas, aumentando el flujo de personas. Sin embargo, con el cierre de algunas de esas líneas, Villa La Punta quedó relativamente aislada, lo que ayudó a preservar su tranquilidad y encanto oculto, alejándola del turismo masivo.
A pesar de ser un destino de paz, Villa La Punta también ofrece diversas actividades para los viajeros más aventureros. Sus montañas y cerros invitan a realizar caminatas, recorrer senderos en bicicleta o simplemente detenerse en sus caminos de tierra para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Los atardeceres desde las cumbres de las montañas son espectaculares, con cielos despejados que tiñen el paisaje de colores vibrantes.
Otro de los atractivos naturales cercanos es el Parque Nacional Copo, un espacio ideal para los amantes de la fotografía y la vida silvestre. Aquí se pueden avistar especies únicas de la fauna local, como el tatú carreta, el pecarí chaqueño y una gran variedad de aves.
Además, la gastronomía local es parte esencial de la experiencia. Las empanadas santiagueñas, el chivito asado y las tradicionales rosquitas dulces son algunos de los platos más representativos de la región que todo visitante debe probar.
Llegar a Villa La Punta es sencillo desde la ciudad de Santiago del Estero. El viaje en auto dura aproximadamente una hora y media, tomando la Ruta Nacional 9 hacia el norte. El camino es accesible y se encuentra en buen estado, lo que hace que el recorrido sea agradable y pintoresco. Además, los viajeros pueden alquilar un coche o tomar el transporte público, que ofrece viajes frecuentes hacia el pueblo.
La zona está bien señalizada, por lo que incluso los viajeros que no están familiarizados con la región pueden llegar sin problemas. Esta facilidad de acceso, junto con la belleza del entorno y la paz del lugar, hacen de Villa La Punta el destino perfecto para una escapada a la naturaleza.
En conclusión, Villa La Punta es un destino oculto que ofrece lo mejor de la naturaleza, la historia y la cultura santiagueña. Ideal para aquellos que buscan una experiencia auténtica, lejos de las multitudes, este pueblo se está convirtiendo en una alternativa cada vez más popular para quienes desean escapar del estrés diario y disfrutar de un entorno natural en su máxima expresión.