Repsol ha dado un paso trascendental al aprobar una inversión superior a los 800 millones de euros para la construcción de la Ecoplanta, una instalación revolucionaria en Tarragona que transformará residuos sólidos urbanos en metanol renovable y productos circulares. Este proyecto no solo refuerza el compromiso de la compañía con la economía circular y la reducción de emisiones de CO2, sino que también convierte a España en un referente europeo en la valorización de desechos.
La clave del proyecto reside en su avanzada tecnología de gasificación, desarrollada por la empresa canadiense Enerkem, de la cual Repsol es socio. Este proceso convierte residuos sólidos urbanos en un gas de síntesis que, posteriormente, se utiliza para la producción de metanol renovable y circular. Se trata de una solución altamente eficiente, ya que permite aprovechar materiales que de otro modo terminarían en vertederos o incinerados, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La gasificación de residuos es una de las tecnologías más prometedoras en el ámbito de la bioeconomía, dado que transforma desechos sin valor aparente en productos de alto valor añadido, impulsando tanto la sostenibilidad ambiental como la independencia energética. En este caso, los desechos orgánicos darán origen al metanol renovable, mientras que los plásticos no reciclables se utilizarán para fabricar productos circulares.
La Ecoplanta, que se espera esté operativa en 2029, tendrá la capacidad de procesar hasta 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos al año, generando aproximadamente 240.000 toneladas de biocombustibles y productos circulares. Esta producción contribuirá a abastecer los sectores del transporte marítimo, terrestre y aéreo con combustibles renovables de bajas emisiones, además de proveer insumos esenciales para la industria química.
Ubicada en el complejo industrial de Repsol en Tarragona, la planta aprovechará infraestructuras ya existentes para optimizar costos y acelerar su puesta en marcha. Su integración con el ecosistema industrial de la zona refuerza su viabilidad económica y ambiental, consolidando a Tarragona como un polo multienergético de referencia en Europa.
La relevancia de la Ecoplanta ha sido reconocida por la Unión Europea, que la ha seleccionado dentro de su Innovation Fund como una de las iniciativas más prometedoras para reducir emisiones de carbono. Según estimaciones de la Comisión Europea, la planta evitará la emisión de aproximadamente 3,4 millones de toneladas de CO2 durante su primera década de operación.
En términos de empleo, se espera que la construcción de la Ecoplanta genere alrededor de 2.800 puestos de trabajo temporales, mientras que su operación demandará 340 empleos directos, indirectos e inducidos de alta especialización, consolidando a Repsol como un actor clave en el desarrollo industrial y tecnológico de España
La Ecoplanta no solo representa un avance en la gestión de residuos, sino que también se alinea con la estrategia de descarbonización del transporte impulsada por la Unión Europea. La normativa comunitaria exige reducir un 40% la intensidad de carbono del transporte marítimo para 2030 y un 75% para 2050. En este marco, el metanol renovable surge como una alternativa estratégica, ya que puede utilizarse tanto en motores de barcos como en la producción de gasolina y diésel renovables, además de ser una materia prima fundamental para la industria química y la fabricación de combustibles sostenibles de aviación (SAF).
El Instituto Internacional de Energías Renovables (IRENA) y el Methanol Institute proyectan que la demanda global de metanol se multiplicará por cinco hacia 2050, impulsada por su creciente adopción en el sector del transporte y la industria química. Esto sitúa a Repsol en una posición privilegiada para liderar el mercado de combustibles renovables en Europa y más allá.
El compromiso de Repsol con la transición energética se refleja en su ambicioso plan de expansión en biocombustibles. La compañía prevé producir entre 1,5 y 1,7 millones de toneladas de combustibles renovables en 2027, con el objetivo de alcanzar los 2,7 millones de toneladas anuales en 2030, incluyendo hidrógeno renovable y biometano. Además, busca fabricar hasta 105.000 toneladas de productos circulares en 2027 y duplicar esa cifra para 2030.
El desarrollo de la Ecoplanta se suma a otras iniciativas estratégicas de Repsol, como su planta de diésel renovable en Cartagena, consolidando su liderazgo en la producción de energías sostenibles y su contribución a la economía circular.
La Ecoplanta de Tarragona es mucho más que una inversión en infraestructura; representa un modelo innovador de producción de biocombustibles a partir de residuos urbanos que podría replicarse en otras regiones. Con esta iniciativa, Repsol no solo refuerza su compromiso con la descarbonización del transporte, sino que también impulsa el desarrollo de tecnologías clave para la sostenibilidad del planeta.
Este proyecto pionero no solo marca un hito en la bioeconomía europea, sino que también abre nuevas oportunidades para la gestión eficiente de residuos, la generación de empleo y la producción de energía limpia, consolidando a España como líder en la transición energética global.
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